El frágil cristal protegido (Comentario de Glass, 2019)

Por Ricardo Diaz
En el año 2000 M. Night Shyamalan (Sexto sentido, La aldea) nos sorprendía con El Protegido ya que nos presentaba una historia original en donde planteaba sutilmente la idea de ¿qué pasaría si existieran personas comunes con superpoderes? Para plasmar dicha hipótesis encontrábamos al personaje de Bruce Willis como un guardia de seguridad con una fuerza y resistencia mas allá de la normal, y al de Samuel L. Jackson como una persona con una mal formación en sus huesos haciéndolo extremadamente frágil.

Los años pasaron, el director tuvo sus altibajos en su filmografía, hasta que en 2016 nos muestra Fragmentado, centrándose en Kevin (James McAvoy, En trance, X-Men:primera generación) una persona con Síndrome de Disociación Múltiple en la que uno de sus alter egos esta por emerger y se hace llamar la bestia, un ser superior que seria la evolución del ser humano pero este ser se alimenta de jóvenes mujeres escolares. Solo al final descubrimos su vínculo con su predecesora de años anteriores.
Lo que nos lleva a Glass, el final de esta trilogía en la que los comics y lo que representan de alguna manera existe en la realidad,  como quiere creer Elijah (Samuel L. Jackson, Pulp Fiction, Los Vengadores), el cual se encuentra internado en un hospital psiquiátrico debido a sus planes maquiavélicos para descubrir seres especiales, o como él los llama superhéroes. También esta de regreso el agente de seguridad David Dunn (Bruce Willis, Duro de matar, Bajo amenaza) que ha decidido utilizar su don para ayudar a la gente, por lo que tras lo sucedido al final de Fragmentado, atrapar a la bestia, o a la Horda como se hacen llamar, será su objetivo. Pero la aparición de la misteriosa doctora Ellie Staple (Sarah Paulson, Las estafadoras, American Horror Story) podría cambiarlo todo, ya que su especialidad es tratar a gente que padece el delirio de creerse superhéroe.

La conclusión que escribe Shyamalan para su historia tiene sus defectos, en el sentido de que por momentos se aleja de su premisa original planteada en el Protegido y profundizada más aun en su secuela encubierta. En esta oportunidad esa trama es ahogada por el abuso de diálogos de la doctora Staple para borrar la necesidad de los héroes en la realidad, o en otras palabras es imposible que existan seres superiores al hombre.


La idea de centrarlo como el capitulo de los villanos funciona en parte.De hecho, para los avezados en materia de comics, podrán encontrar ciertos guiños como la frase que utiliza la bestia “arrodíllense ante el” en clara alusión al famoso “arrodíllense ante Zod” frase celebre del enemigo de Superman. Pero una vez mas, es tratado muy levemente y no se profundiza, quedando únicamente como monologo de villano.

James McAvoy vuelve a demostrar su calidad interpretativa al ponerse en la piel de Kevin Wendel Crumb y sus otras 24 personalidades, pero tal vez de una manera por momentos abrumadora y exagerada con la intención de causar gracia, hecho que le resta todo ese dramatismo y terror que provocaba en Fragmentado. En esta ocasión cumple la función de un villano soldado bajo las ordenes de la mente maestra de Samuel L. Jackson que es digno de este papel que lo interpreta de manera automática. Bruce Willis, a pesar de sus años, convence como este superhombre y sobretodo en sus miradas que transmiten la carga de ser quien es. Los personajes de reparto que actuarían como especie de kriptonita para los principales son básicamente eso, el talón de Aquiles de estos héroes, la razón por la que pueden quedar expuestos y estar en peligro porque interviene la debilidad por antonomasia: el amor.

Los planos realizados por Shyamalan evocan por momentos viñetas de historietas, ya que se suelen mostrar primerísimos primeros planos para exponer la emoción del personaje, planos en donde el rostro se encuentra en uno de los costados y el resto es fondo. En este sentido se aprecia la habilidad del director para dirigir y hacer que el film sea ágil y fácil de ver. Sumado al score compuesto por West Dylan Thordson que le dan esa cualidad épica y heroica.

Glass se aleja de la oscuridad y dramatismo de sus antecesoras. Tal vez algunos no queden conformes con su final. Es como una licencia que se toma Shyamalan para dejarse llevar y jugar. En donde o vives lo suficiente para convertirte en villano o mueres siendo un héroe. Una realidad en la que debemos creer en nosotros mismos, en lo que somos, en nuestras capacidades. Porque si no lo hacemos, cualquiera puede destruirlas como al frágil cristal.

Calificación *** (Buena)


Glass (2019) – País: Estados Unidos – Director: M. Night Shyamalan – Guión: M. Night Shyamalan – Elenco: Bruce Willis, James McAvoy, Samuel L. Jackson, Sarah Paulson, Anya Taylor-Joy, Spencer Treat Clark – Fotografía: Mike Gioulakis – Música: West Dylan Thordson – Duración: 129 minutos.

***** (Excelente) - **** (Muy Buena) - *** (Buena) - ** (Regular) - * (Mala)

Fotos de los textos: James McAvoy, Samuel L. Kackson y Bruce Willis en glass (IMDb)

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