viernes, 29 de marzo de 2019

Salida de emergencia (Comentario de Escape Room: sin salida, 2019)

Por Ricardo Diaz
Las Escape Rooms (o habitaciones de escape) empezaron a aparecer en el 2007 en Japón, consistiendo en un juego físico y mental donde una serie de jugadores son encerrados en una habitación, y mediante el ingenio y el trabajo grupo deben intentar ganar el juego para poder salir del cuarto. 
Esta idea ya había sido mostrada tiempo atrás por Hollywood a fines de los 90 con la muy bien lograda El Cubo (Vicenzo Natali)


El film de Adam Robitel (La Noche del Demonio 4) lleva esta experiencia al límite ya que los jugadores tienen en juego sus vidas. Lo cual queda muy bien representado en lo que puede llegar a ser lo más destacable de la cinta, los primeros minutos donde se observa cómo un jugador intenta escapar de un cuarto que literalmente se convierte en una compactadora. Luego la película retrocede en el tiempo para presentarnos al resto de los participantes y cómo fueron invitados a esta aventura mortal. A medida que van escapando de los distintos cuartos entienden por qué han sido elegidos y de esta manera descubrir la historia diseñada por el game master (maestro del juego).

En una película de estas características (como la prolífica El Juego del Miedo), el atractivo radica en el diseño de  dichas trampas letales construidas como habitaciones, cada una con una temática diferente. Sin embargo este elemento es de resultados variables impidiendo que el film nunca termine de desarrollarse como debe, generando desinterés por los personajes y la trama. Ni siquiera su conclusión es convincente, porque el supuesto final se convierte en una especie de trailer de una futura secuela, lo que provoca más desconcierto y denota la falla en el desarrollo de la historia y la manera de intentar darle punto final a algo que pide a gritos acabar.

El título de la película se vuelve alegórico, ya que el espectador se vuelve preso de un film que ni siquiera entretiene, sin embargo, existe una salida: levantarse de la butaca e irse.
Calificación:** (Regular)



Escape Room, Estados Unidos, Canada, 2019 - Director: Adam Robitel - Guión: Bragi F. Schut, Maria Melnik - Elenco: Taylor Russell, Logan Miller, Jay Ellis, Tyler Labine, Deborah Ann Woll, Yorick van Wageningen - Fotografía: Marc Spicer - Música: John Carey, Brian Tyler - Duración: 99 minutos.

***** (Excelente) - **** (Muy Buena) - *** (Buena) - ** (Regular) - * (Mala)

Fotos de los textos: Taylor Russell, Logan Miller y Deborah Ann Woll en Escape Room (IMDb)

lunes, 25 de marzo de 2019

Mi nombre es Maggie (Comentario de No se aceptan devoluciones, 2013)

Por Ricardo Diaz
Valentín Bravo (Eugenio Derbez, Geotormenta, El Cascanueces) es un típico Don Juan mexicano que pasa todo su tiempo conquistando a toda mujer que se le acerque en las paradisiacas playas de Acapulco, pero una de esas aventuras un año y medio después volverá con la forma de una pequeña niña llamada Maggie. En ese momento él deberá replantearse toda su vida y transitar el territorio desconocido de la paternidad. El tiempo pasa y esa familia que logró se verá sacudida con la aparición de su madre que tiempo atrás la abandonó. 

Ahora dedicado como doble de riesgo  para las grandes películas, Valentín ha creado un mundo de maravillas para Maggie (Loreto Peralta), una especie de burbuja mágica para que ella no sufra y no sienta la ausencia de su progenitora, mediante cartas que él mismo escribe relatando increíbles aventuras que realiza su mamá y por eso no puede estar con ella. Motivo por el cual, sus compañeros de escuela se burlan de ella. Cabe destacar que en estos tiempos resulta poco creíble que un niño pueda creer semejantes historias, pero este es uno de los aciertos del film, rescatar la inocencia de los mas pequeños y su manera de ver el mundo.

Durante la primera mitad de la película esta transcurre por el camino de una comedia naif viendo esta singular familia padre/hija en donde por momentos no se distingue al adulto, pero sí que ambos son felices juntos y que se tienen el uno al otro. Es entonces cuando el film cambia cuando llega Julie (Jesica Lindsey), la madre de Maggie. Convertida en una importante abogada de Nueva York querrá tener la custodia legal de su hija, motivo por el cual Valentín deberá hacerle frente a un nuevo desafío, además de cargar con una verdad que se desconoce hasta el final.


Derbez logra una interpretación convincente como este padre que aprende día a día a como cuidar a su hija y a darle lo único que necesitan: amor. Pero la actuación de Eugenio se potencia con Loreto, juntos logran escenas hermosas en donde con solo sus miradas vemos esa felicidad y complicidad que vale mas que mil palabras. 

Tal vez el film en sus momentos finales se vuelve demasiado dramático e incorpora temáticas que no son tratadas con la debida profundidad por lo que solo resultan incómodas por el cambio drástico de tono y con un giro final que tranquilamente parece haber sido pensado por M. Night Shyamalan (Sexto Sentido) pero que se lo siente abrupto y con la intención de golpear duramente la sensibilidad del espectador, generando una sensación amarga en cierto punto, mas allá de su mensaje superador.

Todos siempre tenemos miedos que tarde o temprano debemos superar porque de eso se trata vivir, de superar obstáculos, porque de esa  manera podemos avanzar. Ser padres puede ser uno de esos miedos, en donde padres e hijos deben aprender uno del otro. Y claramente en ambos casos no se aceptan devoluciones.
Calificación: *** (Buena)



No se aceptan devoluciones (2013) – País: México – Director: Eugenio Derbez – Guion: Guillermo Rios, Leticia Lopez Margalli – Elenco: Eugenio Derbez, Jesica Lindesey, Loreto Peralta, Daniel Raymont - Fotografía: Martin Boege, Andres Leon Becker – Música: Carlos Silioto – Duración: 115 minutos

***** (Excelente) - **** (Muy Buena) - *** (Buena) - ** (Regular) - * (Mala)

Fotos de los textos: Eugenio Derbez y Loreto Peralta en no se aceptan devoluciones (IMDb) 

Padre nuestro

El exorcista marcó a generaciones enteras por su despiadada crudeza y maldad. Más de cincuenta años después sigue siendo una película aterra...