Tamara no está y los extraños...tampoco

El trio de máscaras nuevamente atormenta a una pareja en lo que será la primera parte de una trilogía que vislumbra malos resultados. 


Por Ricardo Diaz

En 2008 Bryan Bertino dio vida a un grupete de desquiciados que no tenían mejor idea que ir a golpear la puerta de una casa y atormentar, torturar a los inquilinos de turno, solo por el hecho de haber gente en casa. En esa oportunidad la pareja fue interpretada por Lyv Tayler y Scott Speedman. La atmósfera angustiante, opresiva, casi sofocante tomó por sorpresa a los espectadores, y los amantes del género la abrazaron con cariño. Diez años después llegó una secuela aún más sangrienta y brutal que terminó por enamorar a aquellos seguidores que se encariñaron con ese trío qué usa unas máscaras particulares que siguieron buscando a esa tal Tamara que nunca está y con esa excusa otra familia pasó por su tornado de violencia y hachazos.

Saltamos al 2024 y el padre de estos personajes tuvo la idea de no solo escribir una nueva historia, sino tres. Las cuales, como nos deja bien en claro el final, van a estar enlazadas. Y esto angustia, porque recuerda a la aniquilación de la saga de Halloween con la última trilogía que destruyó a un pilar del terror. Gracias David Gordon Green por nada. Pero dejando de lado esa herejía, Bertino parece haberlo tomado como ejemplo.

Esta nueva reinvención/continuación/precuela el mayor problema que encuentra es la falta de elementos nuevos a lo ya visto anteriormente. Y si bien, teniendo en cuanta que podría resultar en una sola gran historia dividida arbitrariamente en tres capítulos y por ende se debe dosificar la historia, un buen inicio es lo que permite generar expectativas para querer seguir la historia y que ese interés no sea meramente el morbo de confirmar lo que evidencia: agotamiento.

Con una introducción que juega con mostrar hechos reales y que se darán a conocer los más violentos que han ocurrido en los últimos tiempos, conocemos a Maya (Madelaine Petsch) y Ryan (Froy Gutierrez). Para celebrar su aniversario deciden viajar por el país, pero claro está, paran en un pueblo remoto en Óregon que tiene un cartel de neón que dice que todo va a salir mal si lo hacen. Y ese es también parte del problema con la película. Es demasiado obvia. El espectador ya sabe lo que va a pasar porque conoce de qué va el film, pero mínimamente espera que sea llevado sutilmente hasta ese desenlace y no que apenas vea al primer habitante del lugar piense que es un psicópata. Es como si la misma película no se tomara en serio a sí misma.

Como cabe de esperar Maya y Ryan por una falla sorpresiva del auto (oh casualidad!), terminan hospedandose en una cabaña en el medio del bosque, alejados de todo y de todos. A la primera noche tocan a la puerta para preguntar por la famosa Tamara y ya se sabe lo que eso significa. Pero en vez de irse del lugar, los tortolitos se quedan como si nada, hacen la porquería en el sillón, fuman marihuanas y como dato extra, el novio tiene asma y ¡si! se olvida el medicamento en el auto y sale a mitad de la noche a buscarlo y como si no fuera suficiente, Maya se baña drogada después de que nuevamente hayan golpeado a la puerta siniestramente. Lógica olvidada en el baul del auto.

Renny Harlin, es un director ecléctico.Toda su filmografía es un ida y vuelta por varios géneros, desde Nightmare on Elm Street 4 a Duro de matar 2, pero al parecer  lo suyo es más la acción porque pareciera no encontrarle el tono adecuado al terror, porque además de dirigir una de las pesadillas del amigo Freddy Kruegger, estuvo detrás de El Exorcista: el comienzo y ambos son films que son flojos de papeles en cuanto a las expectativas de ese género. Y Los extraños: capitulo 1 no es la excepción a esa regla, lamentablemente. Lo que sí se puede reconocer en el realizador es que es coherente a su estilo.

Sin embargo, no sería justo decir que Harlin es el único culpable de que la película no funcione. Hay alguien más culpable aún, Bertino. Su historia es menos que básica y encima redunda en las anteriores entregas con más alusiones a la primera, pero desangelada. Además, intenta teñir de cierta cualidad sobrenatural al Hombre Enmascarado, Dollface y Pin-Up Girl o por lo menos eso es lo que transmite con escenas en donde los personajes desaparecen o aparecen prácticamente de repente.Un ejemplo claro de ello es la escena en la que ella está sentada en el piano frente a un espejo y vemos como se refleja el lider del grupo y al instante deja de verse. Si fuesen fantasmas sería correcto pero en esta clase de personajes se siente raro el uso de ese recurso.Cobran otra dimensión pero que termina haciendo ruido más que crear una sensacion de desproteccion e inseguridad. Esta clase de films deben ser más prácticos, para no caer en el aburrimiento.

Por otro lado, a mitad del film, la claustrofobia conseguida a los golpes que podría haber sido útil para transmitir la tensión de la pareja al descubrirse atrapada en la casa con tres dementes desquiciados, se desvanece al trasladar la acción en medio del bosque donde está la cabaña alquilada y nuevamente cae en  jump scares vistos en otros lados. 

Recién en sus últimos minutos el film da pequeñas señales de vida porque por lo menos sucede lo que uno espera y ese es el unico motivo por lo que uno elige esta clase de películas. Pero igual, esos minutos son el último estertor antes de que vuelva a una línea plana, ya que nuevamente se desvía de dirección y hay como un déjà vu con Halloween II y eso genera el temor de hacia donde puede llegar a ir la segunda parte de esta trilogía. Entonces directamente va a entrar a ese limbo en donde dejen de ser los extraños y se conviertan en los olvidados.

Calificación * (Mala)


Título original: The Strangers: Chapter 1 (2024) - País: Estados Unidos/Eslovaquia - Director: Renny Harlin - Guión: Bryan Bertino - Intérpretes: Madelaine Petsch, Froy Gutierrez, Ryan Bown - Fotografía: José David Montero - Música: Justin Caine Burnett - Duración: 91 minutos.
Fotos: ImdB

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