sábado, 31 de julio de 2021

Veo gente vieja

Shyamalan vuelve con una nueva historia extraña en la que el tiempo y la vida se escurre entre los dedos en la playa de una remota isla.


Por Ricardo Diaz
El director de Sexto Sentido se caracteriza por sus historias fuera de lo común. Desde fantasmas que se niegan a morir, aldeas con gente extraña, superhéroes y hasta !ninfas!. Lo cual provoca una relación amor-odio con el espectador por sus altibajos en cuanto a producciones. Su nueva creación no escapa a ello.

Una familia compuesta por Gael Garcia Bernal (Guy), Vicky Krieps (Prisca) y sus dos pequeños hijos Trent y Maddox salen de vacaciones a una paradisíaca isla producto de un premio en Internet. Viaje familiar clásico, en donde se observan ciertos problemas maritales en donde la excursión es la jugada final para intentar resolverlos. Todo cambia de perspectiva cuando el conserje de la isla los lleva a una playa privada escondida en donde no tardan en descubrir que el tiempo avanza más rápido que Flash con energizante. Así es como el ciclo biológico de todos los que estan en ese lugar se acelera y los padres pasan a ser abuelos y los niños se convierten en adultos en cuestión de horas. Pero con ello la parca vendrá en tren bala también. 

Viejos tal cual lo spoilea el título es eso. Gente que envejece antes de tiempo y de alguna forma también el film lo busca manifestar de una manera metafórica. La idea de quemar etapas antes de tiempo y el rol que aveces juegan los padres de manera indirecta cuando sus problemas impactan el el mundo de los hijos. Un ejemplo de ello es la escena en la que los chicos juegan con muñecos pero los hacen vivir situaciones de adultos, de separación y de tener que irse a buscar otro lugar para vivir. 

Pero es una película de M. Night Shyamalan, entonces no puede faltar lo extraño y sus giros argumentales. Ambas características estan presentes pero no impactan en el espectador y no convence la forma en que se resuelve la explicación de los eventos que se dan en esta isla muy parecida a Lost en cuanto a los misterios que encierra. Y al igual que el final polémico de la serie televisiva, provoca cierta indignación y tal vez más porque el giro en el clímax está conectado de alguna forma a la triste realidad mundial del Covid y lo que plantea Shyamalan puede llegar a herir suceptibilidades con la idea de sentirse como rata de laboratorio, aunque sea en pos de la más noble causa. Atenta contra el libre albedrío directamente. 

Por otro lado Old presenta unas actuaciones que estan al borde de lo ridículo, como el caso de Rufus Sewell que iterpreta a un médico que comienza a divagar y preguntarse por una película en la que actúan Jack Nicholson y Marlon Brando. Claramente el tiempo deteriora su mente, pero en vez de ser algo traumático que genere la tensión en el espectador se vuelve casi cómico, por más que después su paranoia siga en aumento y se convierta en un peligro para todos. Desde ese punto de vista las interpretaciones recuerdan a el fin de los tiempos (the happening). Y en otros momentos parece una historia de terror salida de algun libro de chicos con imagenes grotescas. 

La sensación de encierro en esa playa que debería ser el mejor recuerdo de sus vidas, el director lo logra con una buena elección de planos cerrados sobre los protagonistas. El problema es que no hay interes por ellos. Da igual cómo van a morir, si al fin y al cabo es algo obvio. Lo único que queda por esperar es el giro al que nos tiene acostumbrado Mr. Night y en esta oportunidad tampoco tiene eso a favor. Lo que refleja problemas de guión. 

Al finalizar el film quedan sentimientos encontrados, porque no se sabe si Shyamalan es una mente maestra que encuentra siempre la manera de atrapar con sus tramas o es una malvado villano que se divierte en hacer perder minutos de vida para que todo sea una cuestion de tiempo y todos terminen como su película, viejos. 
Calificación **



Título original: Old (2021) - País: Estados Unidos - Director: M. Night Shyamalan - Guión: M Night Shyamalan - Intérpretes: Gael García Bernal, Vicky Krieps, Rufus Sewell, Alex Wolff, Amber Lee, entre otros- Fotografía: Mike Gioulakis - Música: Trevor Gurerkis - Duración: 108 minutos.

***** (Excelente) - **** (Muy Buena) - *** (Buena) - ** (Regular) - * (Mala)

Fotos de los textos: Gael Garcia Bernal, Vicky Krieps, Alexa Swinton, Luca Faustino y Eliza Scanlen en Old(IMDb). 









sábado, 24 de julio de 2021

Silencio en la sala, por favor

Emily Blunt sigue sin poder hacer mucho ruido en la continuación de la película dirigida por su esposo y esta vez no hay ningún clavo suelto (ja!)
Por Ricardo Diaz


En 2018 John Krasinski presentaba un lugar en silencio, un film que él mismo no quería que sea considerado de terror, más bien dentro del género post apocalíptico. Aún así su trabajo se movía entre ambas categorías porque presentaba cualidades de los dos géneros. Un film sobresaliente en cuanto a guión, dirección y actuaciones. Dos años después (tres a causa del Covid) llega la segunda parte.

El film continua directamente con el día 474 que es donde concluye anteriormente, en donde Evelyn (Emily Blunt) y sus hijos descubren una debilidad para estos seres hipersensibles al sonido, sobreviviendo un día más. Con esta ventaja que consiste en el acople que provoca el audífono de su hija sorda es hora de descubrir que hay más allá del sendero de arena que rodeaba su granja por el que se han movilizado el último tiempo. Para así buscar sobrevivientes y ayuda. Pero el film también nos muestra el día 1 en donde comenzó todo. Una especie de mini precuela si se quiere. De esa forma vuelve Lee (John Krasinski) el patriarca de la familia y se puede apreciar lo que era el pueblo previo a la llegada alienígena. Una secuencia inicial que muestra que el director busca mantener el mismo nivel pero sin repetirse. 

Es interesante cómo Krasinski representa el momento de la invasión, porque no se centra en sí en ese hecho y en mostrar la nave o algo que sería comun en una película con seres de otro planeta, sino que lo utiliza de fondo para dar puntapié a lo que ha sucedido después de ello y como de golpe la vida que conocían desapareció o mejor dicho se enmudeció. Una raza alienígena que ha obligado a los seres humanos a cambiar todos sus hábitos para intentar no extinguirse. Lo cual en estos tiempos pandémicos se vuelve paradójico encontrar tales situaciones en pantalla porque cobran una especie de realismo trágico. No hay aliens, pero sí la irrupción de un virus. 

En esta segunda parte se pierde un poco esa sensación claustrofóbica y de intimidad que generaba la primera que seguía pura y exclusivamente a la familia Abott. Lo cual es entendible ya que ahora ellos salen al exterior. Así es como encuentran a Emmet (Cillian Murphy) y en el momento más oportuno. No vale la pena spoilear pero sucede en un momento contundente del film. Un personaje que a medida que la película avanza cobra más relevancia y el espectador se interesa por él.

A quiet place part II muestra dos tramas que se centran en Regan (Millicent Simonds), la hija sorda que tras los hechos sucedidos con su padre en la anterior entrega tiene una necesidad existencial por encontrar ayuda y en cierta forma continuar con lo que él empezó. Y la segunda a cargo de Blunt, esta madre que tuvo un bebe y tiene que sacar fuerzas de donde sea para mantenerlo con vida, ademas de proteger a sus otros dos niños, los cuales están en pleno proceso de cambio. Ambas historias se convierten en un camino de aprendizaje, superación y de esperanza para todos los personajes involucrados en donde más allá del marco de terror en el que suceden lo que prevalece es el sentimiento, la humanidad de todos ellos y de no perderla como sucede con Emmet que considera que no vale la pena salvar a nadie. Ese paralelismo de ambas lineas temporales es algo que despierta interés y está bien resuelto en gran parte ya que el salto entre una y otra no es brusco, se percibe fluidez en ese entramado argumental.

La calidad actoral es sólida y se destaca la labor de Simonds que en este film cobra más importancia y da prueba de que la interpretación es mucho más que palabras en un guión, logrando un personaje firme, emotivo e intrépido. Blunt muestra que es una actriz multifacética y claramente una heredera a ocupar el lugar de Sigourney Weaver como figura de acción pero otorgándole una carga emociinal que crean que su personaje sea conmovedor. Las dos actrices son muy bien secundadas por Murphy que ya sobrevivió a otro apocalípsis (exterminio) y son papeles que le sientan al actor y su mirada tiene esa melancolía idónea para ese tipo de roles y además la historia de su personaje se enlaza con ambas historias. 

Si bien al expandirse el mundo de un lugar en silencio parte II le quita el thriller y esa atmósfera agobiante en la que ni el espectador quiere hacer sonido alguno porque se siente dentro de la historia, el suspenso es repartido en estas dos tramas  y en cada una de ellas se aprecia el intento por manejar la tensión hasta el último momento, no es la idea asustar porque sí. El nivel de misterio se mantiene permanentemente entre una y otra, lo que la vuelve una secuela digna de su predecesora. Sin embargo, los alienígenas anti ruidos son mostrados con más claridad y en más ocasiones, tal vez con una idea más de marketting que por otra cosa, y eso por momentos hace que el film se parezca a una entrega de Resident Evil por los planos muy de cerca de la criatura para provocar impacto, a diferencia de su antecesora que jugaba más con lo que no se veía para no abusar del recurso del monstruo.

Krasinski vuelve a lograr un film cuyo objetivo principal es la emoción y la familia. Una que debe sobrevivir a tiempos difíciles en donde suceden cosas extraordinarias y aterradoras pero el círculo de la vida por más oscura que sea la realidad en la que se desarrolla siempre se manifiesta de la misma forma, y el director lo ha plasmado en dos films. En el primero desde el punto de vista de los padres y en el segundo mas avocado a la visión de los hijos y cómo ellos ven a sus padres y la comprensión hacia ellos. En cierta forma para retribuirles a ellos esa ayuda que dan en su momento y les permite crecer. 
Calificación **** (Muy Buena)


Título original: A quiet place part II (2020) - País: Reino Unido/Estados Unidos - Director: John Krasinski - Guión: John Krasinski - Intérpretes: Emily Blunt, Cillian Murphy, Millicent Simmonds, Noah Jupe, Djimon Hounson - Fotografía: Polly Morgan - Música: Marco Beltrami - Duración: 97 minutos.

***** (Excelente) - **** (Muy Buena) - *** (Buena) - ** (Regular) - * (Mala)

Fotos de los textos: Emily Blunt, Millicent Simmonds, Noah Jupe y Cillian Murphy en un lugar en silencio, parte II (IMDb). 





martes, 20 de julio de 2021

Menú de autor

Nicolas Cage entrega su mejor interpretación en mucho tiempo en un film introspectivo que invita a reflexionar.


Por Ricardo Diaz 
Nicolas Cage se ha caracterizado en los últimos años por aparecer en un promedio de cuatro películas al año. Y siempre se esperan de él sus rasgos distintivos. Su exaltada mirada, sus gestos, son como una firma en todos sus films. Pero cada tanto, el fanático confeso de los superhéroes, se convierte en alguien totalmente distinto, como en su último proyecto, Pig.

Michael Sarnoski escribe y dirige esta particular cinta que tiene de fondo la industria gastronómica y el mundo de los restaurantes, pero todo mostrado en su justa medida al igual que una receta. Y para llevar a cabo dicho plato esta Cage, quien da vida a Rob. Un cazador de trufas que vive en las afueras de la ciudad con la única compañía de su cerda (pig). Es alguien de pocas palabras, un ermitaño del que no se conoce mucho, excepto que parece haber perdido a alguien. Ya que nunca puede juntar el valor de terminar de escuchar un casette con una grabación como regalo de cumpleaños. Recolecta trufas para Amir (Alex Wolf), un joven que se mueve dentro del comercio de ese hongo tan preciado en la cocina. Se aprecia que esta persona en ese "chiquero" en el que vive está en paz. Él y su cerdita. 

Una noche Rob es atacado en su casa y le roban su animal. Y en vez de repetir el curso que toma John Wick en una odisea violenta para recuperar a su única compañía, el film se adentra en un viaje de aprendizaje. Ese camino es trazado por Rob y en su recorrido se van descubriendo cosas acerca de su pasado, como que era un renombrado chef que de un día para el otro desapareció, dejó de existir.

El trabajo de Sarnoski es aplaudible porque lejos de embarcarse en la trillada busqueda de tiros y peleas en busca de recuperar al cerdo, genera un tour de force emocional que deja sin palabras y sin aliento. Se aprecia claramente lo que el director pretendía lograr en su debut, desde un guión escueto en diálogos, pero en donde cada palabra está por un razón, y son pronunciadas en los momentos justos, tal como si fuera una pieza de música clásica.

Pero el trabajo del realizador se potencia con la interpretación de Cage, que supo descontruir su personaje en todos los aspectos. Desde su look con pelo largo, canoso, sucio, que recuerda a su éxito noventoso, Con Air, hasta su modo de despalzarse y hablar que al principio es casi monosilábico, pero al adentrarse nuevamente en la ciudad aparece su verborragia, para aleccionar de alguna manera. Un ejemplo de ello es la escena del restaurante en la que reconoce a un chef y le hace recordar cuales eran sus anhelos cuando empezó a cocinar y a dónde está ahora. De manera que es como una especie de monje budista. Y como todo maestro siempre hay un aprendiz, rol que lleva a cabo Amir. Ambos realizan una buena dupla con inclusive cierta comicidad por momentos como cuando viajan en auto. Wolff también se luce en este papel dejando ver esa especie de admiración por este extraño hombre que trabajaba para él recolectando trufas, y ahora descubre todo un mundo nuevo, inclusive oscuro y cruel detrás de todas esas chaquetas blancas y hornallas encendidas. 

Haciendo una analogía gastronómica, Pig es un menú de tres pasos, de hecho el film presenta tres partes. Una entrada simple, acotada, como para descubrir nuevos sabores,en donde se presentan los personajes, pero generan apetito por más. Es cuando llega el plato principal, esta travesía por la ciudad buscando algo que solo a Rob le importa y por lo cual se preocupa, logrando un plato que explota todos los sentidos. Para llegar finalmente al postre, el tercer acto del film, que presenta cierto amargor pero a su vez deja un agradable sabor al finalizar, porque el chef sabe colocar los ingredientes apropiados para lograr tal efecto. De esta forma, Sarmoski logra un film elemental y potente porque se nota la pasión y la dedicación por ello y al fin y al cabo ese es el lema de la pelicula, encontrar algo por lo que preocuparse y cuidar. 
Calificación ***** (Excelente) 

Título original: Pig (2021) - País: Reino Unido/Estados Unidos - Director: Michael Sarnoski - Guión: Michael Sarnoski - Intérpretes: Nicolas Cage, Alex Wolf, Adam Arkin - Fotografía: Patrick Scola - Música: Alexis Grapsas, Phillip Kñein - Duración: 92 minutos.

***** (Excelente) - **** (Muy Buena) - *** (Buena) - ** (Regular) - * (Mala)

Fotos de los textos: Nicolas Cage (IMDb). 

domingo, 18 de julio de 2021

El ritual se ha completado

El evento de terror televisivo llega a su fin con una tercera entrega que cumple con lo que prometía en su comienzo y como dice la canción de Tango Feroz, el amor es más fuerte.

Por Ricardo Diaz
Tres semanas, tres noches, tres partes, una historia. El desafío de Leigh Janiak era arriesgado. Pero ahora con la conclusión de su adaptación de los libros Fear Street de R. L Stine, y viendo la evolución en cada una de sus entregas se puede decir que valió la pena el desafío. Y el espectador lo agradece. 

Retomando lo ocurrido en la segunda parte en 1978 cuando en la última escena Deena (Kiana Madeira) tiene la visión de Sarah Fier al unir la mano perdida y el cuerpo de la bruja. Desde ese momento arranca la tercera parte. Bienvenidos al pueblo Unión (se vuelve irónico a medida que avanza la película) y al año 1666 (sí, una idea super brillante). 

La conexión del personaje de Madeira con la bruja real (Elizabeth Scopel) permite que ella vea a traves de los ojos de Fier, por esa razón ella es la que representa a la bruja y todos sus conocidos terminan dentro de esa visión, por ende todos los actores vistos en las entregas anteriores, aparecen nuevamente tres siglos atrás en otros personajes. Así aparecen el hermano de Deena, Josh ahora llamado Henry, Ziggy como Constance (una pícara aldeana que organiza una busqueda de bayas psicodelicas), el sheriff Nick Goode (Ashley Zukerman) como Solomon Goode y claramente el amor de la heroína, Sam/Hannah Miller, que sigue teniendo padres represivos. Y en esta ocasión más ya que es la hija del pastor del pueblo. 

En este pueblito colonial hermoso y patriarcal de una noche a la otra, más precisamente luego de la nueva luna llena, empiezan a suceder hechos extraños. El agua se contamina, las frutas se pudren y el pastor es poseído por algo que le hace cometer una atrocidad que solo puede ser producto del diablo. Entonces se desata la clásica cacería de brujas y quienes tienen todos los numeros para ser elegidas son Sarah Fier y Hannah Miller por haberlas visto hacer cosas no santas en esa noche especial. Y como los hombres son los que deciden, ese hecho las convierte en adoradoras de Satan, en consecuencia, son brujas que hay que colgar. 

Janiak a través de la visión de Deena muestra como se desata toda la maldición que caerá sobre Shadyside en el futuro y a cada uno de sus descendientes. Una maldición de sangre. Como si ese amor prohibido y trágico de las dos féminas prevaleciera en el tiempo, buscando venganza, pero más que todo, justicia. 

La historia tiene un interesante giro que por más que pueda preveerse sorprende y funciona como esa pieza de puzzle que uno encuentra a último momento. El terror en esta tercera parte se vuelve más profundo, no tanto por lo que se muestra sino por lo que provoca al pensar en lo que sucede en ese lugar hace tanto tiempo. De alguna forma ese sentimiento se vuelve contemporáneo y salta de la pantalla a la vida real si se hace una retrospectiva de lo sucedido en los últimos tiempos en cuanto a la condena de aquellos a los que se los considera diferentes. 

A mitad del film cuando la luz ilumina las sombras develando el oscuro secreto, el film vuelve a donde todo empezó. De regreso a 1994, segunda parte.Pero ahora todas las piezas encajan, todo se comprende y entiende, como el por qué de la sangre que buscan siempre los asesinos. 

Fear street 1666 se vuelve la entrega más original. Se despega del  homenaje y se vuelca a contar su propia historia con un estilo propio y eso es lo que hace que su conclusión como trilogía sea apreciable y reconocible. No está la odiosa comparación "se parece a" y entonces se la disfruta a la película por lo que es. Y termina siendo una experiencia divertida. Como una montaña rusa. Durante su primera mitad va subiendo, causando terror, tensión y expectativa, para después en su segunda mitad, bajar a toda velocidad en donde ese miedo también se funde con diversión y la música tambien da la pauta de ello. Ya lo dicen los chicos de The Offsprings en come out and play, sal a jugar y eso esta más que claro en todo el climax que ocurre en el shopping donde comenzó la primera entrega, cerrando el círculo. Todo ese tercer acto bajo los efectos de pintura fosforescente incluyendo una cómica escena con los asesinos. Pero está bien, porque es entretenimiento y es Netflix. Punto. 

El final tal vez es muy simple, pero termina siendo el adecuado (además suena the pixies, siguiendo con la coherencia inicial). Porque Janiak desde el pimer segundo de su trilogía muestra cuál es la verdera historia y el mensaje que quiere dejar. Pero para ello se introdujo en los recovecos del terror, para que ese mensaje sobreviviera a hachas, cuchillos, navajas, horcas y hasta al propio Belcebú. ¿Cuál es ese mensaje? El más simple, presente desde el origen del tiempo y tan poderoso como el martillo de Thor. Si aún no lo saben vean la saga completa para descubrirlo. 
Calificación **** (Muy Buena) 

Título original: Fear street part three: 1666 (2021) - País: Estados Unidos - Director: Leigh Janiak - Guión: Leigh Janiak/Phil Graziadei/Kate Trefy, basado en los libros de R. L. Stine - Intérpretes: Kiana Madeira, Ashley Zukerman, Gillian Jacobs, Olivia Scott Welch, Bejamin Flores Jr, entre otros - Fotografía: Caleb Heymann - Música: Marco Beltrami/Anna Drubich, Marcus Trumpp - Duración: 114 minutos.

***** (Excelente) - **** (Muy Buena) - *** (Buena) - ** (Regular) - * (Mala)

Fotos de los textos: Kiana Madeira y Bejamin Flores Jr en fear street part three 1666 (IMDb) . 




viernes, 16 de julio de 2021

Eso es todo amigos

Un nuevo partido de basquet reune a los Loony Tunes y a una superestrella del basquetball en un film chato como una caricatura. 


Por Ricardo Diaz 
En 1996 Joe Pytka hizo la locura de cruzar el mundo de la caricaturas de Warner Bros con el mundo real y además las hizo jugar al basquet nada menos que junto a Michael Jordan. Ese partido recibió el nombre de Space Jam, el juego del siglo y realmente así se vivió en aquellos años, porque fue todo un suceso. No solo por lo técnico para mezclar la animación con actores reales sino tambien por ganarse ese lugar en el corazón de los espectadores. 

Veinticinco años despues el director Malcolm D. Lee nos trae un nuevo legado (o no). En esta ocasión encontramos a LeBron James, el consagrado bsquetbolista de la NBA que dejó de lado cualquier distracción (léase videojuegos) para poder tener la disciplina para ser el mejor jugador de LA Lakers. De forma que a sus hijos también quiere imponerles el mismo ejemplo, pero a Dom (Cedric Joe) no parece motivarle lo suficiente la pelota naranja, su pasión es el diseño de videojuegos. En una visita a los estudios de los hermanos Warner, padre e hijo son abducidos al serviverso formado por los planetas de todas las franquicias de WB (Harry Potter, DC, Game of Thrones, etc), todos regidos por el Sr. Algoritmo (Don Cheadle). Una especie de Inteligencia Artificial que tiene planes pocos felices para los humanos con tal de "actualizarlas". Manipulando al hijo del bsquetbolista, se produce un enfrentamiento con su padre que se dirime en un nuevo Space Jam (aunque a decir verdad no se llama así en esta ocasión). 

A diferencia de la entrega anterior, es LeBron quien busca la ayuda en los Looney Tunes para formar el equipo ganador. Apareciendo así el querido Bugs Bunny, el pato Lucas, el gallo Claudio, Sylvestre y toda la pandilla de la edad de oro de las caricaturas. Y otro cambio es que James pasa a ser otro cartoon más. Funciona bien la secuencia animada en la que se recluta al equipo. Como contraparte está el goon squad  compuesto por Dom y  monstruos mezclados con jugadores de basquet profesionales y animales, como el caso de la jugadora Diana Taurasi combinada con una serpiente. Además de contar con todos los upgrades necesarios para ser imbatibles. 

No sé si se deberá a que los estudios Warner estan por cumplir cien años, pero durante todo el film hay un sinfín de referencias a sus clásicos de todas las épocas. Casi como una especie de narcisimo warnerbrosiano. Desde la idea de insertar las caricaturas dentro de sus producciones de forma que encontramos al coyote y el correcaminos en Mad Max Fury Road y a la abuelita en Matrix cual Trinity. Pero lo que resulta imperdonable de este catálogo fílmico son los "cameos" de todos los personajes durante el juego tan esperado, porque distrae constantemente. Ver en la tribuna a Pennywise de It, la máscara, la banda de drogos de la naranja mecánica y hasta catwoman le quitan importancia a los persoanjes principales porque uno se pone a identificar a los invitados de fondo y además resulta extraño encontrar asesinos dentro del universo de los Lonney. 

Otra idea desafortunada es la de "actualizar" a los dibujos animados a la hora del partido, pasando todos a 3D, pareciéndo muñequitos de peluche, quitándole la magia del 2D, y en definitiva el corazón que dió origen a la primera Space Jam. 

En nivel de actuaciones, James es tan expresivo como un poste de luz, lo cual tampoco ayuda a que la película simpatice y Cheadle compone a un villano que por momentos llega a ser mas carismático que el protagonista, y eso es producto del actor. Y visualmente la película funciona con todo el apabullador despliegue digital de efectos en este nuevo juego ultra moderno en donde no solo hay dobles y triples sino puntos por estilo y potenciadores de salto. 

Space Jam, una nueva era más allá de cualquier mensaje de ser uno mismo y de cómo ser padre, carece de alma. Presenta nuevas tecnologías de animación y efectos estrombóticos pero todo en pos de vanagloriar al estudio que la produce usando a todas sus creaciones como animadoras, dando como resultado algo mucho peor que un producto ACME. 
Calificación ** (Regular) 

Título original: Space Jam: a new legacy (2021) - País: Estados Unidos - Director: Malcolm D. Lee - Guión: Juel Taylor, Tony Rettenmaier, entre otros - Intérpretes: LeBron James, Don Cheadle, Cedric Joe, Khris Davis - Fotografía: Salvatore Totino - Música: Kris Bowers - Duración: 115 minutos.

***** (Excelente) - **** (Muy Buena) - *** (Buena) - ** (Regular) - * (Mala)

Fotos de los textos: LeBron James en Space Jam, una nueva era (IMDb) . 





lunes, 12 de julio de 2021

Campamento sangriento y embrujado

La segunda parte de la trilogía basada en los libros de R. L. Stine nos trae más sustos y sangre, pero esta vez en un campamento. Jason está tomándose un uber para llegar hasta ahí.


Por Ricardo Diaz
Otra vez recorremos la calle del miedo donde la dejamos la última vez, pero ahora nos vamos a los años setentas, siendo más exactos al 12/7/1978. En esa semana ocurieron hechos atroces en el campamento Nightwing donde jóvenes adolescente de Sunnyvale y shadyside fueron masacrados por un violento asesino usando una linda y afilada hacha.

Tal como vimos en FS 1994 existe un mal antiguo que por mucho tiempo ha asolado a los habitantes de la capital más sangrienta del país, es por ello que Deena y Josh deciden buscar ayuda en C. Berman la única que sobrevivió al encuentro con el temible espíritu de la malévola bruja manca Sarah Fier, con el fin de ayudar a la bonita Sam que está en modo Regan de El Exorcista.

Sin embargo, la cosa no es tan simple porque la tal Berman no los ayuda mucho al principio, sino que les cuenta lo que sucedió en aquel verano de 1978, cuando ella era la pequeña Ziggy (Sadie Sink) y le hacían bullying en el campamento. Pero sucedió algo mucho peor a que tus compañeritos te aten e intenten quemarte (re tranquilos los chiquitos), cuando de repente uno de los vigiladores fue poseído por el espíritu de la brujita y hachó (literalmente) a todos. O a la mayoría. 

La directora en su segunda entrega deja de lado el amor igualitario y se sumerge de lleno en la atmósfera de las slasher movies a lo Friday the 13th como principal referencia indiscutible. Ojo, tambien está la inocente historia de amor entre Ziggy y el futuro sherif de policía, Nick Good (Ted Sutherland), pero está como complemento y en cierta forma para que uno se encariñe con los personajes. 

Lo que realmente importa es la bruja, el hacha y la sangre, y acá corre a mansalva. Obvio que para los slasheros furiosos es apenas una garúita sanguinolenta, pero los momentos previos a la violencia, el suspenso y la sorpresa están bien resueltos. 

La trama ahonda más en el misterio que encierra a Shadyside ligado con algunos descendientes del pueblo que a través de distintas generaciones han sido marcados dando lugar a las tragedias que se han ido sucediendo. De alguna forma algo similar a Nightmare on Elm Street en donde los pecados pasados de los padres eran pagados por sus hijos que eran víctimas de Freddy Kruegger mientras dormían. 

Los personajes de fear street 1978, a diferencia de su antecesora, van creciendo a medida que avanza la película. Desde la protagonista y su hermana Cindy (Emily Rudd) hasta la víctima obvia, Alice (Ryan Simpkins) que se vuelve un personaje interesante hasta el final. Las interpretaciones de todos ellos son correctas y creíbles para la trama en la que se mueven y la época que pretende evocar el film. Además conocemos el origen del asesino del hacha y siempre toda génesis provoca cierta satisfacción. 

El tracklist una vez más es destacable, tal vez no con la misma contundencia que el anterior, pero están elegidas las canciones perfectas para asociarlas con las escenas. Como el caso de Kansas con carry on wayward son que suena en medio de la masacre final. Tampoco falta David Bowie The Runnaways con su clásicos Moonage daydream Cherry bomb respectivamente, Cat Stevens, Blue Oyster Cult, Foghat, entre otros. 

Leigh Janiak logra una continuación más sólida, genuina y por momentos aterradora, tal vez porque se centra esta vez realmente en el horror, logrando combinar el género slasher de fines de los 70 con la parte sobrenatural de la brujería haciendo un buen equilibrio entre ambos, donde su tercer acto nos lleva a un clímax que no escatima en violencia con un conjuro de asesinos que incluye una dupla con el del hacha y uno nuevo con un cuchillo que parecen salidos del film the strangers y crean una escena no apta para sensibles. Y además su final se convierte en el preámbulo de lo que será la tercera y última parte, esta vez en 1866. El origen de todo, del mal, y de la calle del terror. 
Calificación *** y 1/2 (Buena +) 

Título original: Fear street part two: 1978 (2021) - País: Estados Unidos - Director: Leigh Janiak - Guión: Leigh Janiak/Phil Graziadei, basado en los libros de R. L. Stine - Intérpretes: Sadie Sink, Emily Rudd, Ryan Simpkins, McCabe Slye, Chiara Aurelia, Ted Sutherland, entre otros - Fotografía: Caleb Heymann - Música: Marco Beltrami/Brandon Roberts - Duración: 119 minutos.

***** (Excelente) - **** (Muy Buena) - *** (Buena) - ** (Regular) - * (Mala)

Fotos de los textos: Sadie Sink en fear street part two 1978 (IMDb) . 





domingo, 11 de julio de 2021

Crash

La franquicia tuerquera regresa una vez más, pero pierde aceite sin parar con resultados catastróficos.

Por Ricardo Diaz 
Hace veinte años que seguimos las hazañas de la troupe de Toretto (Vin Diesel), esta especie de familia ensamblada compuesta por miembros de sangre y otros adoptados producto de distintas aventuras. Desde aquella primera entrega mostrando el particular código callejero de las picadas clandestinas, hasta convertirse en unos Vengadores sobre ruedas han realizando proezas increíbles. Acciones que literalmente son imposibles, casi como si se tratase de un videojuego adictivo en donde ningun personaje sale maltrecho. Y si creíamos que habíamos visto todo, el regreso de Justin Lin (se involucró a partir de la tercera entrega hasta la sexta) lleva las cosas al extremo ya rayando lo ridículo. ¿Alguna vez vieron un auto a toda velocidad lanzarse de una liana como Tarzan? ¿o imanes super poderosos que arrastran los objetos a tal punto de atravesar muros de concreto como si fueran simples cartas? Estos dos ejemplos ya avecinan que la pista se esta acabando y el auto viene como un bólido y con los frenos ya gastados. 

Han pasado dos años de los eventos de rápidos y furiosos 8. Dom está viviendo en el campo con Letty (Michelle Rodriguez) y el pequeño Brian (debe comer bulones el niño porque ya con dos años habla, entiende, sabe de llaves inglesas y demás). Llevan una vida totalmente distinta, pero siempre a la espera de que algo pueda ocurrir, por eso tienen armas escondidas por todos lados. Todo cambia cuando regresa su equipo de aventuras (Tyrese Gibson, Ludacris, Nathaniel Emmanuel) después de ver una transmisión perdida de Mr Nobody (Kurt Russell). De manera que una vez más se emprenden en una misión descabellada. En esta ocasión, recuperar un dispositivo super ultra mega tecnológico llamado proyecto Aries. Capaz de controlar absolutamente todo, siendo el number one del mundo quien lo tenga. Y obviamente hay alguien que tiene más dinero que Bill Gstes y quiere robarlo con un escuadrón de mercenarios. Ese ¿villano? de turno es Jacob (John Cena) . ¿Quién es él?, nada menos que otro Toretto y hermano del querido Dom, y recién ahora después de dos décadas nos enteramos junto con los personajes (Fea la actitud de ocultarle a tu familia tus hermanos, aunque sean medios loquitos)

Gran parte del cariño por la saga es es el lema a la familia, entonces la incorporación de un nuevo Toretto, le permite al director contar la historia del pasado de los dos hermanos y el por qué de su distanciamiento y encono el uno por el otro (algo parecido a los hermanos Shaw) Estos flashbacks son lo único interesante y nuevo en la franquicia porque retoma lo que fue la saga en sus comienzos, aunque discrepo con la elección del actor para la version jóven del personaje de Diesel porque parece que se hubiese hecho cirugía plástica para cambiarse el rostro por completo, entonces cuesta asociarlo con su versión adulta. Sin embargo esas leves capas de drama familiar actuan como unas pequeñas luces entre todo el caos sin sentido de siempre. 

También hay regresos de otros personajes, inclusive desde el más allá, pero con una explicación tan enrevesada que no se entiende muy bien, sirviendo más de excusa para poder incorporar a los actores de rápidos y furiosos 3: reto tokio que otra cosa. Es como si esta parte de la saga nos mostrara que todo lo que han hecho anteriormente los lleva a lo que viven ahora, que nada fue al azar y que en cierta forma se avecina el fin. 

F9 es como que se ríe de sí misma en alguna ocasiones. Como cuando Roman (Tyrese Gibson) se le ocurre la teoria de que si no seran todos algo más, porque nunca terminan con alguna herida o raspón luego de volar por los aires, o cuando Tej dice literalmente "si respetamos las leyes de la física, no nos puede ir mal" WTF!! Desde hace años que Newton les arroja manzanas por violar toda ley física posible, y encima ahora hasta hacen chistes desde el espacio con un simple autito y hasta ¡chocan! un satélite, es como un poco mucho. Y ni hablar en la escena en que Dom prácticamente se convierte en Bloodshot. 

Ignorando a Galileo, Lin hace lo que quiere. Por ende las escenas de acción son descomunales y agradables de ver. Hasta tenemos un par de segundos viendolo a John Cena pelear como en la WWE arriba de un camión. Este director nos tiene acostumbrado a ello pero ya se le estan terminando las reglas físicas que quebrantar, pero principalmente los espectadores son los agotados. 

La saga tampoco sabe cómo lidiar con la trágica pérdida de Paul Walker que de un momento a otro su personaje se tuvo que ir y se lo despidió de una forma muy digna y emotiva en la franquicia, pero lo siguen evocando aún. En la historia parece ser el babysitter que cuida a sus hijos y al de Dom, mientras su mujer, Mia (Jordana Brewster) sale a salvar el mundo con el equipo. Raro. 

Rápidos y furiosos 9 es sin lugar a dudas el eslabón más débil de la franquicia. Se hace eterna por momentos con sus casi dos horas y media de duración. Si la película fuese un motor, éste presenta varias fallas, se ahoga, algo impide que sus engranajes funcionen, y encima con exceso de nitro, haciendo que ese auto que nos acompañó por veinte años comience a incendiarse. Ojalá que el mecánico de la décima parte (sí, hay escena postcredito) logre arreglarlo, sino solo oíremos el ruido del metal retorciéndose al chocar rápido y furioso contra una pared. 
calificación ** (Regular) 

Título original: F9: The fast saga (2021) - País: Estados Unidos - Director: Justin Lin - Guión: Daniel Casey/Justin Lin - Intérpretes: Vin Diesel, Michelle Rodriguez, Jordana Brewster, Tyrese Gibson, Ludacris, Nathalie Emmanuel, John Cena, Charlize Theron, Kurt Russell, Sung Kang, entre otros - Fotografía: Stephen F. Windon - Música: Brian Tayler - Duración: 143 minutos.

***** (Excelente) - **** (Muy Buena) - *** (Buena) - ** (Regular) - * (Mala)

Fotos de los textos: John Cena y Vin Diesel en F9 (IMDb) . 

viernes, 9 de julio de 2021

Riesgo bajo cero

Liam Neeson vuelve a ser un tipo rudo y esta vez sobre un camino de hielo en un film que es puro cliché.

Por Ricardo Diaz 
La mayoría debe recordar aquel incidente ocurrido en el 2010 en Chile donde un grupo de mineros fue rescatado luego de varios días de permanecer encerrados tras un accidente, mostrando el esfuerzo de los grupos de salvataje y la incertidumbre vivida por los atrapados. Jonathan Hensleigh parece haberse inspirado en ese hecho para the ice road. 

En su historia la mina se encuentra en Canadá y el grupo rescatista para poder llegar debe cruzar el temible camino congelado del título y solo Liam Neeson puede hacerle frente a ese peligro bastantes grados bajo cero. En esta oportunidad, el ex boxeador, interpreta a Mike, un camionero que cuida de su hermano Gurty (Marcus Thomas) quien presenta lesiones psicológicas tras haber estado en la guerra de Irak. Como ambos no cuentan con dinero, Mike acepta la tarea titánica y casi imposible de transportar máquinas excavadoras por el sinuoso camino congelado para rescatar a los pobres mineros candienses que tras una sorpresiva y misteriosa explosión quedan bajo unas cuantas rocas y con poco tiempo de oxígeno. 

El film atraviesa casi en su totalidad por todos los lugares comunes de esta clase de películas. El héroe que sobrevive a todo, traiciones, villanos que son malos, sacrificios para apuntar a la lágrima fácil, grandes empresas que buscan sus propios intereses y una chica que pueda estar a la par del héroe y repartir un par de puñetazos si la situación lo amerita, como el personaje de Amber Midthunder, Tantoo (¿los padres habran sido fanáticos de Star Wars?). De manera que la película carece de sorpresas, volviéndose previsible y Neeson queda de alguna forma desperdiciado más allá de toda la solidez y compromiso que el actor le aporta a cada uno de sus personajes. 

Ciertos comentarios acerca del trato que reciben los veteranos de guerra se permiten observar, pero siempre resaltando el patriotismo norteamericano como debe ser. Esto en referencia en la escena en la que Mike increpa a un médico por el trato que tiene con su hermano en donde deberían ayudarlo y no solo doparlo. El vínculo entre los dos hermanos es de lo más logrado en el film y ese es la conexión emotiva, pero no producto de una genialidad en la escritura, sino por el talento actoral, pero no se puede pedir más, es lo que hay. Algunas secuencias de acción también son bien resueltas como la de la persecución sobre el hielo. Pero falta esa sensación adrenalínica que genere pasión por la escena y por el film en su totalidad y eso es producto de un guión simple y seguro. 

The ice road en términos generales de entretenimiento cumple, porque tiene un protagonista querido por el público que está inmerso en una trama a contrareloj vista repetidamente. Pero es como si todo estuviera en piloto automático, es como si fuera un film de manual del género. No hay nada que lo lleve más allá, ni siquiera que logre emocionar sin la escena puesta con ese fin. 

El director responsable del guión de Armaggedon quiso volver a realizar una misión suicida pero esta vez bajo un gélido recorrido, sin tener en cuenta que el hielo puede resquebrajarse y terminar congelado, como su película que termina muy por debajo de cero, pero de originalidad. 
Calificación ** (Regular) 

Título original: The Ice Road (2021) - País: Estados Unidos - Director: Jonathan Hensleigh- Guión: Jonathan Hensleigh - Intérpretes: Liam Neeson, Marcus Thomas, Laurence Fishburne, Amber Midthunder, entre otros - Fotografía: Tom Stern - Música: Max Aruj - Duración: 109 minutos.

***** (Excelente) - **** (Muy Buena) - *** (Buena) - ** (Regular) - * (Mala)

Fotos de los textos: Amber Midthunder y Liam Neeson en the ice road (IMDb) . 

martes, 6 de julio de 2021

¡Cuidado! calle sin bacheo

La señal de streaming más popular nos entrega la primera parte de una trilogía de horror con adolescentes que se enfrentan a un mal ancestral al ritmo de un poderoso soundtrack noventoso.


Por Ricardo Diaz 
Netflix se ha propuesto producir sus propias producciones cada vez con más frecuencia, casi como el nuevo Hollywood de las plataformas de streaming. De hecho es muy común en los últimos años encontrar celebridades de la alfombra roja en dichas producciones. El caso es que la casa de la N roja sigue pensando solo en entretener y apostar a lo que la gente "supuestamente" quiere ver, por lo que rara vez se arriesga, sino recordemos la soporífera el último irlandés. 

En esta oportunidad se trata de la adaptación de una serie de libros escritos por R. L. Stine, una clase de Stephen King para niños y un poquito más. Y si basarse en una obra literaria no fuese suficientemente poco original, además se trata de una trilogía a estrenarse una entrega por semana. 

La primera en cuestión es Fear street Part 1: 1994. ¿Con qué nos encontramos? Dos ciudades, sunnyvale y Shadyside. Mientras en la primera todos viven felices y comen perdices, en la otra suceden cosas raras, como asesinatos, posesiones y maldiciones. Dentro de ese pedacito de tierra hay un grupo de chicos totalmente estereotipados, a saber: un nerd con baja autoestima e introvertido (Benjamin Flores Jr), el bufón con uso de sustancias ilícitas (Fred Hechinger), la amigovia del pequeño dealer (Julia Rehwald), la heroína/final girl a la que uno siempre da por muerta (Kiana Madeira), y su novia (Olivia Scott Welch) . Sí, estamos en los 90 y las chicas solo quieren divertirse. Ellas se pelean, que no sos vos, soy yo y en ese (des)amor adolescente despiertan el espíritu de un mal ancestral que al parecer ya viene haciendo de las suyas hace mucho tiempo con los habitantes del lugar, y las malas lenguas dicen que es una bruja bastante problemática. Como no tienen el teléfono de los Warren (ja!), deciden resolverlo solos, porque como buena película de terror noventosa, los padres ni existen, todo gira en torno a ellos. Así que los pobres teens son asediados por sangrientos asesinos. Y le hacen frente no a uno, sino a tres: el hombre calavera, el asesino del hacha y una chica que llega cantando antes de rebanarte con sus navajas. Todos estarán en peligro en más de una oportunidad, sangre correrá por las calles y cuando parezca que todo se va a resolver, aparecerá en pantalla el exasperante To be continued... 

La directora Leigh Janiak hace uso y abuso de todos los recursos de los films de los 90 y los 80 en materia de sustos y referencias. El problema es que por momentos hay una sobrecarga de esos elementos en donde se nota la necesidad de empujar al espectador hacia el jump scare antes de tiempo, y eso molesta porque se percibe la ansiedad por parte de la realizadora y provoca que el film tenga altibajos, provocando que el suspenso y el interés de la trama queden truncados. Aún así la película tiene grandes momentos. Sin lugar a dudas la secuencia inicial es la más destacable. Casi como un homenaje explícito a Scream (1995). Desde el tema  Closer de Nine inch nails hasta el manejo del suspenso hasta el final de la escena, la película parece una fiel discípula de las obras de Wes Craven, pero a medida que se desarrolla la trama y se presentan los personajes, esas expectativas iniciales se desinflan como un globo rojo de It. 

Fear Street...más allá de su aire noventoso no logra generar esa nostalgia y retrotraer a aquella época, en parte por el lenguaje actual con el que se expresan los personajes, como así tambien los dramas inmiscuidos en la trama principal. Seamos sinceros, un drama amoroso entre dos chicas lesbianas no era lo común en el siglo pasado. Se celebra la inclusión, pero en materia de evocar aquellos tiempos, ese golpe de realidad rompe la fantasía que debe tener la película para que funcione como tal. Lo mismo sucede a la hora de tomarse a la ligera el hecho de matarse ingiriendo un cóctel de pastillas. Temáticas que son más bien polémicas, pero que no aportan a la trama porque carecen de la seriedad que deberían tener. 

Para los melómanos furiosos, el film tiene clásicos aboslutos de todos los géneros, desde lo perturbador de Nine Inch Nails pasando por Garbage, Iron Maiden, Portished, Radiohead, Soundgarden y hasta Rob Zombie en los créditos finales. Sin embargo, el memorioso se dará cuenta que algunos tracks son posteriores al año en el que suceden los hechos en Shadyville, pero igual componen un soundtrack arrollador, ideal para escuchar en un walkman a máximo volumen. Y por si fuera poco, el score es compuesto por Marco Beltrami, por lo que en materia musical el film es casi perfecto. 

Janiak presenta la primera parte de la trilogía con puntos a favor como sus referencias a la cultura pop, algunos logrados momentos de suspenso cargados de una buena dosis de viscosidad sangrienta (la muerte bajo la fileteadora es original, pero no se la explota lo suficiente) y su tracklist. Pero también cuenta con todo lo analizado anteriormente en este comentario que le juega en contra. Por lo que solo resta esperar si la escueta trama se puede estirar por casi cuatro horas más y principalmente si logra mantener el interés por saber su desenlace final. 

Por ahora viajamos a 1994 y transitamos de noche una calle que al recorrerla nos caemos varias veces porque hay pozos que impiden que avancemos y disfrutemos el recorrido. Si terminamos el paseo nos encontramos nuevamente, pero en 1978 y en un campamento cercano a un lago (alguien dijo Cristal Lake?) 
Continuará...

Calificación: *** (Buena) 


Título original: Fear Street Part 1: 1994 (2021) - País: Estados Unidos - Director: Leigh Janiak - Guión: Leigh Janiak, Kyle Killen, basado en los libros de R. L. Stine - Intérpretes: Kiana Madeira, Olivia Scott, Benjamin Flores Jr, Julia Rehwald, Fred Hechinger - Fotografía: Caleb Heymann - Música: Marco Beltrami - Duración: 108 minutos.

***** (Excelente) - **** (Muy Buena) - *** (Buena) - ** (Regular) - * (Mala)

Fotos de los textos: Kiana Madeira, Olivia Scott y Maya Hawke en Fear Street Part 1 1994 (IMDb) . 


domingo, 4 de julio de 2021

Censurar o no censurar, esa es la cuestión

Una censora de films bordea los limites de la realidad y la fantasía para descubrir un hecho del pasado

Por Ricardo Diaz 
Las películas de terror siempre estuvieron en el ojo de la tormenta por sus contenidos explícitos y los gobiernos de algunos países consideraban que tales imágenes podían perturbar la mente de la gente a tal punto de llevar a cabo las monstruosidades vistas en pantalla. Con la llegada del glorioso VHS, los años 70 y 80 se vieron inundados de cajitas plásticas con títulos tales como el asesino del taladro, holocausto caníbal, entre otras. Sin embargo dichas cintas debían ser sujetas a la estricta mirada de censores que destripaban el film para cersionar aquellas imágenes demasiado perturbadoras para la audiencia. Esta clase de películas recibieron el mombre de video nasties.

En este contexto y situado geográficamente en Reino Unido donde la prohibición fue más dura bajo la mano conservadora de Margareth Thatcher se desarrolla Censor, el debut de la realizadora galesa Prano Bailey-Bond. En la historia escrita también por ella junto a Anthony Fletcher encontramos a Enid Baines (Niamh Algar), que se dedica nada más y nada menos que a escrutinar estas movie nasties para poder otorgarles una calificación adecuada y no dañar las mentes del país que atraviesa una ola de violencia en donde las autoridades apuntan a las películas como culpables de dichos actos. De manera que la censura fílmica era iracunda, no solo se limitaba a un corte parcial sino directamente a rechazar y prohibir dichas películas que solían encontrar refugio en el auge del videocasete y los videoclubes. 

Luego de ver una de las peliculas más controversiales y directa al rechazo, Enid comienza a recordar partes de su pasado en donde su hermana desapareció misteriosamente y nunca pudo ser encontrada. En esa búsqueda desesperada por resolver esa parte borrosa de su vida, la realidad se difumina y lo censurado poco a poco comienza a verse.

La interpretación de Algar es la clave para poder llevar adelante este film que es perturbante de una manera extraña, no se trata de una baño hemoglobínico, es algo más. Como un sensación rara presente durante toda la película, algo que nos escarba por debajo de la piel y nos pone alerta y activa el estado del miedo, un miedo que por protección a veces podemos censurar. Y la actriz nos lleva por ese sendero y observamos como de a poco aquella mujer estricta, seria, imperturbable comienza a desmoronarse. 

El trabajo de Bailey-Bond es aplaudible. Logra un film que homenajea al cine de terror de los 80, desde referencias a clásicos (el título que provoca el click en Enid se llama don't go in the church en referencia a don't go in the woods, película rechazada en su época) hasta la fotografía de Annika Summerson que nos sumerge en una atmósfera exquisita en la década en donde reproducir un video era toda una ceremonia y más si se trataba de una cinta de terror. 

Censor capta la atención desde el principio en donde puede parecer un documental acerca de la prohibición fílmica británica hasta su inquietante sutil final que atemoriza sin arrojar vísceras a la cara del espectador. 

¿La violencia es producto de los filmes violentos? ¿las películas son un reflejo de nuestra realidad por momentos enferma? ¿Miramos películas perturbadoras como catarsis para calmar esos impulsos? Las respuestas a esos interrogantes está en cada uno, pero tal vez no queremos conocerlas y simplemente optamos por censurarlas. 

Calificación **** (Muy Buena) 

Título original: Censor (2021) - País: Reino Unido - Director: Prano Bailey-Bond - Guión: Prano Bailey-Bond y Anthony Fletcher - Intérpretes: Niahm Algar, Michael Smiley, Nicholas Burns, Vincent Franklin - Fotografía: Anikka Summerson - Música: Emilie Levienaise Farrouch - Duración: 84 minutos.

***** (Excelente) - **** (Muy Buena) - *** (Buena) - ** (Regular) - * (Mala)

Fotos de los textos: Niahm Algar en Censor (IMDb) . 

Padre nuestro

El exorcista marcó a generaciones enteras por su despiadada crudeza y maldad. Más de cincuenta años después sigue siendo una película aterra...