Censurar o no censurar, esa es la cuestión

Una censora de films bordea los limites de la realidad y la fantasía para descubrir un hecho del pasado

Por Ricardo Diaz 
Las películas de terror siempre estuvieron en el ojo de la tormenta por sus contenidos explícitos y los gobiernos de algunos países consideraban que tales imágenes podían perturbar la mente de la gente a tal punto de llevar a cabo las monstruosidades vistas en pantalla. Con la llegada del glorioso VHS, los años 70 y 80 se vieron inundados de cajitas plásticas con títulos tales como el asesino del taladro, holocausto caníbal, entre otras. Sin embargo dichas cintas debían ser sujetas a la estricta mirada de censores que destripaban el film para cersionar aquellas imágenes demasiado perturbadoras para la audiencia. Esta clase de películas recibieron el mombre de video nasties.

En este contexto y situado geográficamente en Reino Unido donde la prohibición fue más dura bajo la mano conservadora de Margareth Thatcher se desarrolla Censor, el debut de la realizadora galesa Prano Bailey-Bond. En la historia escrita también por ella junto a Anthony Fletcher encontramos a Enid Baines (Niamh Algar), que se dedica nada más y nada menos que a escrutinar estas movie nasties para poder otorgarles una calificación adecuada y no dañar las mentes del país que atraviesa una ola de violencia en donde las autoridades apuntan a las películas como culpables de dichos actos. De manera que la censura fílmica era iracunda, no solo se limitaba a un corte parcial sino directamente a rechazar y prohibir dichas películas que solían encontrar refugio en el auge del videocasete y los videoclubes. 

Luego de ver una de las peliculas más controversiales y directa al rechazo, Enid comienza a recordar partes de su pasado en donde su hermana desapareció misteriosamente y nunca pudo ser encontrada. En esa búsqueda desesperada por resolver esa parte borrosa de su vida, la realidad se difumina y lo censurado poco a poco comienza a verse.

La interpretación de Algar es la clave para poder llevar adelante este film que es perturbante de una manera extraña, no se trata de una baño hemoglobínico, es algo más. Como un sensación rara presente durante toda la película, algo que nos escarba por debajo de la piel y nos pone alerta y activa el estado del miedo, un miedo que por protección a veces podemos censurar. Y la actriz nos lleva por ese sendero y observamos como de a poco aquella mujer estricta, seria, imperturbable comienza a desmoronarse. 

El trabajo de Bailey-Bond es aplaudible. Logra un film que homenajea al cine de terror de los 80, desde referencias a clásicos (el título que provoca el click en Enid se llama don't go in the church en referencia a don't go in the woods, película rechazada en su época) hasta la fotografía de Annika Summerson que nos sumerge en una atmósfera exquisita en la década en donde reproducir un video era toda una ceremonia y más si se trataba de una cinta de terror. 

Censor capta la atención desde el principio en donde puede parecer un documental acerca de la prohibición fílmica británica hasta su inquietante sutil final que atemoriza sin arrojar vísceras a la cara del espectador. 

¿La violencia es producto de los filmes violentos? ¿las películas son un reflejo de nuestra realidad por momentos enferma? ¿Miramos películas perturbadoras como catarsis para calmar esos impulsos? Las respuestas a esos interrogantes está en cada uno, pero tal vez no queremos conocerlas y simplemente optamos por censurarlas. 

Calificación **** (Muy Buena) 

Título original: Censor (2021) - País: Reino Unido - Director: Prano Bailey-Bond - Guión: Prano Bailey-Bond y Anthony Fletcher - Intérpretes: Niahm Algar, Michael Smiley, Nicholas Burns, Vincent Franklin - Fotografía: Anikka Summerson - Música: Emilie Levienaise Farrouch - Duración: 84 minutos.

***** (Excelente) - **** (Muy Buena) - *** (Buena) - ** (Regular) - * (Mala)

Fotos de los textos: Niahm Algar en Censor (IMDb) . 

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