domingo, 3 de noviembre de 2024

Art antes de navidad

El payaso monocromático regresa por tercera vez, pero ahora para teñir de rojo la Navidad. y estar a tono con las festividades. 


Por Ricardo Diaz

A estas instancias queda más que confirmado el amor y el fanatismo de Damien Leone por el slsher, el gore y aquellos films que convirtieron a los 80 en la era dorada del género. Su manera de expresar esa devoción es Terrifier. Ya con una tercera entrega uno podría pensar que entraría en ese peligroso camino de comenzar a repetirse como sucede con todas las sagas de terror. Sin embargo, Art cuando parece que está por perderse, logra recuperar el camino correcto. Como Hansel y Gretel él deja un caminito con trocitos de tripas.

Han pasado cinco años de lo sucedido entre Sienna y el payaso asesino de Miles County. Se acerca la Navidad y todo se ilumina con lucecitas de colores, villancicos, galletas y Papá Noel! Todo va a cambiar cuando Art regrese para robarse a hachazos la Navidad. Y esta vez no está solo, viene acompañado de su "novia" Vicky, aquella única sobreviviente de la primera entrega de la saga que terminó con la cara totalmente desordenada y ahora convertida en un demonio para seguir los pasos de su amor y juntos atormentar el tranquilo pueblo de Miles County, pero para ello tendrán que volver a enfrentarse a la heroína y final girl de la saga: Sienna. 

Leone logra seguir ampliando la historia de los personajes y conocer su pasado, principalmente el interpretado por Lauren LaVera, esta especie de heroína salida de los cómics creados por su padre, que a su vez tiene un pasado que aún se desconoce pero parece estar vinculado a una batalla entre ángeles y demonios. En esta oportunidad mediante flashbacks vemos parte de esa infancia de Sienna con su papá y cómo ella comienza a entender y aceptar su camino del héroe. Como contrapartida, también entramos en el plano infernal del que viene Art, pero sin muchos detalles, salvo que está entre las huestes de los demonios y en las últimas dos entregas ha estado acompañado de uno siempre. 

Ahora bien, muy lindo todo lo de la lucha entre el bien y el mal, ángel vs demonio y toda la mar en coche pero si hablamos de las "travesuras" de Art, el director sobresale con méritos y esa es la parte atractiva de toda la saga, porque más allá de la historia que mueve a los personajes centrales lo que se disfruta son las atrocidades que hace nuestro clown mudo. Desde la escena inicial en donde aparece vestido de Papá Noel y masacra a la familia entera con un hacha y si se lo preguntan, la respuesta es sí, con niños incluidos y la clásica tortura misógina. Como para ya de entrada mostrar que se puede superar a sí mismo y aún así después de todo ese vejamen sentarse a disfrutar de un vaso de leche con unas galletitas y lavar los platos. Toda esa escena es lo que hace que Art sea todo lo que está bien, esa especie de broma macabra que es él mismo.

En esta entrega Art es como una mezcla de Krampus, El Grinch, Jack Skeleton y una pizca de Rayita de los Gremlins. Se convierte en un elfo pero con su sello único y siniestro. El encuentro con Papá Noel y la escena del shopping dónde le da regalos a los niños con un regalo sorpresa son las cosas que hacen que esta película no pase desapercibida, al igual que la decoración del arbolito de navidad en casa de Sienna, aunque esas guirnaldas no creo que se puedan conseguir en las tiendas porque las llevan dentro los vendedores ja! 

El trabajo de David Howard Thorton es insuperable, debajo de todas las prótesis, el trabajo gestual dice más que cualquier palabra que pudiese emitir que de lo contrario, le quitaría ese misterio y a su vez lo terrorífico al personaje. Es el alma de la película. Samantha Scaffidi como Vicky cumple a la perfección. Una especie de Sally en Pesadilla antes de Navidad, la enterna enamorada que admira Art y lo sigue a sol y sombra por más que también busque algo a cambio, como un lindo cuerpo al que poseer como todo demonio. Y LaVera se afianza más a su rol como la futura guerrera y todo lo que significa aceptar el camino del héroe junto a los sacrifios que conlleva, además de como siempre perder algún que otro ser querido y Sienna ya tiene completo ese capítulo. Este triunvirato es el que lleva adelante la tercera entrega. Es como un ping ping permante entre ellos y cada uno se luce por separado y juntos dan uno de los mejores climax a una película del género combinando el terror con lo sobrenatural. Una nueva muestra de Leone por el aprecio por el género y el arte por realizar los efectos y crear una magia terrorífica. 

Sin embargo, donde flaquea el film es que uno ya anticipa que la entrega está pensada para la continuación y hay muchos clifhanger, incluido su final, que le quitan ese sentido de unidad al film. Se convierte en una antesala a lo que podría ser el enfrentamiento final y donde se expliquen todos esos cabos sueltos que están desparramados por el film. De hecho no hay ninguna escena entre medio de los créditos finales está vez. Todo lo que pueda suceder o no va a ser un misterio y que solo está en esa cabeza perversa del director. 

Terrifier 3 cumple con todo lo que uno espera encontrar en un nuevo capítulo de la saga y también redescubre elementos de las otras entregas qué son similares pero no iguales, como por ejemplo la terrible mutilacion qué se mostró en Terrifier la cual provocó que fuera atacada fervientemente. Es esta entrega se revisita dicha brutalidad pero ahora con el sexo opuesto, más explícita, brutal y a su vez divertida también. Lo que no se ánimo Leatherface, Art lo hizo. 

Eso es lo que sabe Leone, porque él está igual de enfermo como los que disfrutan de esta clases de películas y hay una escena muy puntual que podría ser una metáfora a ello. Una escena que involucra a Vicky, un trozo de vidrio y los bajos instintos que le genera verlo a su amado payaso arrancarle la cara a alguien. No caben dudas que él sabe estremecer a una dama. 

Calificación *** (+) - (Buena +) 



Título original: Terrifier 3 (2024) - País: Estados Unidos - Director: Damien Leone - Guión: Damien Leone - Intérpretes: David Howard Thorton, Lauren LaVera, Samantha Scaffidi, Elliot Fullam, Antonella Rose, entre otros. - Fotografía: George Steuber - Música: Paul Willey - Duración: 124 minutos.
Fotos: ImdB






domingo, 4 de agosto de 2024

La vida que merezco

Ti West concluye su extraña trilogía con el último capítulo en el que Maxine deberá aceptar al fin la vida que se merece.


Por Ricardo Diaz 

Pasaron seis años de los sangrientos eventos ocurridos en X, la primera parte de la impensada trilogía creada por Ti West. Mia Goth nuevamente es Maxine Minx, la actriz porno que anhela las luces de Hollywood y poder convertirse en una gran estrella sin importar nada. ¿Los años? 1985. Una época en donde la censura en el cine y en la música era muy frecuente por grupos religiosos alegando que lo que se consumía audiovisualmente contaminaba a las generaciones jóvenes y llevaba al camino del pecado y del mal. Sin ir más lejos (y el director lo muestra muy bien en sus primeros minutos) es el año en que se establece el famoso logo Parental Advisory en los discos que consideraban que contenían temas explícitos. Lo mismo sucedía con el cine y el mundo de los amados VHS qué se convertía en el refugio para aquellas películas consideradas nasties por su contenido violento y sexual y que eran perseguidas por censores mojigatos. Y como siempre sucede, lo prohibido siempre garpa. Al que le guste bien y al que no, qué guarde silencio.

En este contexto efervescente se le suma la presencia de un asesino conocido como el acosador nocturno qué está dejando por todos Los Angeles cuerpos de bellas féminas marcadas con pentagramas. Dichos crímenes parecen tener alguien en común y ahí es cuando aparece Maxine. Luchando con los violentos recuerdos de los sucedido en la granja en donde todos sus compañeros fueron masacrados por la anciana Pearl (que tuvo su propia película en forma de precuela) queda seleccionada para una película llamada La puritana II, y sí es una de terror. 

Sin embargo el personaje de Goth no tendrá un rodaje tranquilo, porque deberá enfrentarse a un desagradable y perturbador detective privado interpretado excelentemente por Kevin Bacon que amenaza con sacar a la luz lo que pasó años atrás y para lidiar con ello deberá pedirle ayuda a su representante, Teddy (Giancarlo Esposito). A su vez tiene la presencia de los detectives Williams Y Torres (Michelle Monaghan y Bobby Cannavale) qué piden su colaboración por los crímenes de acercados a ella a manos del misterioso asesino. Sin mencionar la presión de la fría y exigente directora Elizabeth Bender (Elizabeth Debicki) que pretende lograr una obra maestra con la secuela de La Puritana. Es decir, todo es una bomba de tiempo que puede estallar en cualquier momento y la que deberá pagar el precio será Maxine a menos que pueda hacer lo que mejor hace: sobrevivir. 

Ti West en su tercer entrega se aleja claramente del terror porque no se la puede encasillar en ese género porque sería injusto porque carece de los elementos que la definan como tal. Tienta con el giallo al mostrar los guantes negros de cuero del asesino en una escena en donde observa a Maxine en un club nudista y como se violenta, pero es solo ese instante. Luego toma otra dirección, más policial por la presencia de los detectives pero tampoco hay una investigación en sí, no se ve un desarrollo en la pesquisa por parte de los agentes de la ley, después vuelve a salpicar con gotas de terror por algún que otro cuerpo desmembrado pero es solo eso. Maxxxine es más un tour por esos años convulsivos en materia de la censura. El director no busca desarrollar ninguno o no se decidió, pero me inclinó a que esa fue su idea. Como si fuera una especie de resumen práctico de la época: fanatismo religioso, empoderamiento femenino, censura, la cultura del videoclub, violencia y sexo. Todos esos tópicos son recorridos por el personaje de Mia durante los 104 minutos del film musicalizados perfectamente con clásicos del power rock de ese tiempo, desde ZZ Top, pasando por Rat y Judas Priest para terminar con Kim Carnes y todo plasmado en una estética nostálgica de mediados de los ochenta visonando los futuros 90 con una fotografía que actúa como un viaje en el tiempo con las luces de neón en todos lados y esa calidad sucia de las cintas de video, punto para Elliot Rocket. 

Maxxxine puede parecer decepcionante o dejar sabor a poco pero hay que aceptarla más como epílogo qué como una tercera parte hecha y derecha, independientemente de lo que enfrenta la protagonista al final que da un cierre a lo que se mostraba apenas en X y que el director eligió esta manera de concluirlo. West lo que busca en cada una de estas entregas es evocar a aquellos años, la búsqueda de la nostalgia por tiempos pasados qué pueden haber sido buenos o malos pero que al fin y al cabo han quedado en cada uno y es por eso que puede generar una opinión a favor o en contra porque va a quedar en la subjetividad de cada uno y lo que le hubiese gustado que desarrolle más el film. Pero hay algo claro en el director qué está presente en toda la trilogía, cualquier sueño puede convertirse en una pesadilla y como dice el personaje de Debicki una vez que estas dentro de ese monstruo tienes que intentar que no te escupa y se olvide de vos. Ti West puede haberle provocado alguna arcada pero aún está en la panza de ese colosal monstruo llamado Hollywood. 

Calificación **** (Muy buena) 


Título original: Maxxxine (2024) - País: Estados Unidos, Reino Unido, Nueva Zelanda - Director: Ti West - Guión: Ti West - Intérpretes: Mia Goth, Kevin Bacon, Elizabeth Debicki, Michelle Monaghan, Bobby Cannavale, Lilly Collins - Fotografía: Elliot Rocket - Música: Tyler Bates - Duración: 104 minutos.
Fotos: ImdB


viernes, 28 de junio de 2024

Tamara no está y los extraños...tampoco

El trio de máscaras nuevamente atormenta a una pareja en lo que será la primera parte de una trilogía que vislumbra malos resultados. 


Por Ricardo Diaz

En 2008 Bryan Bertino dio vida a un grupete de desquiciados que no tenían mejor idea que ir a golpear la puerta de una casa y atormentar, torturar a los inquilinos de turno, solo por el hecho de haber gente en casa. En esa oportunidad la pareja fue interpretada por Lyv Tayler y Scott Speedman. La atmósfera angustiante, opresiva, casi sofocante tomó por sorpresa a los espectadores, y los amantes del género la abrazaron con cariño. Diez años después llegó una secuela aún más sangrienta y brutal que terminó por enamorar a aquellos seguidores que se encariñaron con ese trío qué usa unas máscaras particulares que siguieron buscando a esa tal Tamara que nunca está y con esa excusa otra familia pasó por su tornado de violencia y hachazos.

Saltamos al 2024 y el padre de estos personajes tuvo la idea de no solo escribir una nueva historia, sino tres. Las cuales, como nos deja bien en claro el final, van a estar enlazadas. Y esto angustia, porque recuerda a la aniquilación de la saga de Halloween con la última trilogía que destruyó a un pilar del terror. Gracias David Gordon Green por nada. Pero dejando de lado esa herejía, Bertino parece haberlo tomado como ejemplo.

Esta nueva reinvención/continuación/precuela el mayor problema que encuentra es la falta de elementos nuevos a lo ya visto anteriormente. Y si bien, teniendo en cuanta que podría resultar en una sola gran historia dividida arbitrariamente en tres capítulos y por ende se debe dosificar la historia, un buen inicio es lo que permite generar expectativas para querer seguir la historia y que ese interés no sea meramente el morbo de confirmar lo que evidencia: agotamiento.

Con una introducción que juega con mostrar hechos reales y que se darán a conocer los más violentos que han ocurrido en los últimos tiempos, conocemos a Maya (Madelaine Petsch) y Ryan (Froy Gutierrez). Para celebrar su aniversario deciden viajar por el país, pero claro está, paran en un pueblo remoto en Óregon que tiene un cartel de neón que dice que todo va a salir mal si lo hacen. Y ese es también parte del problema con la película. Es demasiado obvia. El espectador ya sabe lo que va a pasar porque conoce de qué va el film, pero mínimamente espera que sea llevado sutilmente hasta ese desenlace y no que apenas vea al primer habitante del lugar piense que es un psicópata. Es como si la misma película no se tomara en serio a sí misma.

Como cabe de esperar Maya y Ryan por una falla sorpresiva del auto (oh casualidad!), terminan hospedandose en una cabaña en el medio del bosque, alejados de todo y de todos. A la primera noche tocan a la puerta para preguntar por la famosa Tamara y ya se sabe lo que eso significa. Pero en vez de irse del lugar, los tortolitos se quedan como si nada, hacen la porquería en el sillón, fuman marihuanas y como dato extra, el novio tiene asma y ¡si! se olvida el medicamento en el auto y sale a mitad de la noche a buscarlo y como si no fuera suficiente, Maya se baña drogada después de que nuevamente hayan golpeado a la puerta siniestramente. Lógica olvidada en el baul del auto.

Renny Harlin, es un director ecléctico.Toda su filmografía es un ida y vuelta por varios géneros, desde Nightmare on Elm Street 4 a Duro de matar 2, pero al parecer  lo suyo es más la acción porque pareciera no encontrarle el tono adecuado al terror, porque además de dirigir una de las pesadillas del amigo Freddy Kruegger, estuvo detrás de El Exorcista: el comienzo y ambos son films que son flojos de papeles en cuanto a las expectativas de ese género. Y Los extraños: capitulo 1 no es la excepción a esa regla, lamentablemente. Lo que sí se puede reconocer en el realizador es que es coherente a su estilo.

Sin embargo, no sería justo decir que Harlin es el único culpable de que la película no funcione. Hay alguien más culpable aún, Bertino. Su historia es menos que básica y encima redunda en las anteriores entregas con más alusiones a la primera, pero desangelada. Además, intenta teñir de cierta cualidad sobrenatural al Hombre Enmascarado, Dollface y Pin-Up Girl o por lo menos eso es lo que transmite con escenas en donde los personajes desaparecen o aparecen prácticamente de repente.Un ejemplo claro de ello es la escena en la que ella está sentada en el piano frente a un espejo y vemos como se refleja el lider del grupo y al instante deja de verse. Si fuesen fantasmas sería correcto pero en esta clase de personajes se siente raro el uso de ese recurso.Cobran otra dimensión pero que termina haciendo ruido más que crear una sensacion de desproteccion e inseguridad. Esta clase de films deben ser más prácticos, para no caer en el aburrimiento.

Por otro lado, a mitad del film, la claustrofobia conseguida a los golpes que podría haber sido útil para transmitir la tensión de la pareja al descubrirse atrapada en la casa con tres dementes desquiciados, se desvanece al trasladar la acción en medio del bosque donde está la cabaña alquilada y nuevamente cae en  jump scares vistos en otros lados. 

Recién en sus últimos minutos el film da pequeñas señales de vida porque por lo menos sucede lo que uno espera y ese es el unico motivo por lo que uno elige esta clase de películas. Pero igual, esos minutos son el último estertor antes de que vuelva a una línea plana, ya que nuevamente se desvía de dirección y hay como un déjà vu con Halloween II y eso genera el temor de hacia donde puede llegar a ir la segunda parte de esta trilogía. Entonces directamente va a entrar a ese limbo en donde dejen de ser los extraños y se conviertan en los olvidados.

Calificación * (Mala)


Título original: The Strangers: Chapter 1 (2024) - País: Estados Unidos/Eslovaquia - Director: Renny Harlin - Guión: Bryan Bertino - Intérpretes: Madelaine Petsch, Froy Gutierrez, Ryan Bown - Fotografía: José David Montero - Música: Justin Caine Burnett - Duración: 91 minutos.
Fotos: ImdB

lunes, 24 de junio de 2024

Resilencia

La opera prima de Rosman nos presenta un interesante film que combina elementos de thriller y terror abordando temáticas que no nos son desconocidas.


Por Ricardo Diaz

Al comenzar la película encontramos a Jessica (Hayley Erin) con el rostro salpicado de sangre, ingresando a una casa que después de ver algunas fotos entendemos que es la suya, solo para descubrir que está siendo perseguida por unos agentes de traje. Ella logra escapar en lo que será un camino hacia el norte con el fin de cruzar la frontera. Elsa Gray (Sonya Walger) será la encargada de darle caza a la fugitiva lo que será una prueba para ella ya que ha sido diagnosticada con LIS (Sindrome de Enclautramiento). 

Por motivos de no caer en spoilers y de esa manera incentivar a que vean el film, solo hago esa breve introducción pero que es suficiente para sentar las bases de todo lo que sucede después y especialmente el por qué de la captura viva o muerta del personaje de Erin y quién le da la orden a Elsa de realizar tal tarea que además se vuelve casi una carrera contratiempo porque los síntomas de la agente avanzan con rapidez y ella deberá sobreponerse a ello para cumplir con lo asignado.

John Rosman en su debut con el doble rol de director y escritor entrega un film que a medida que uno la va viendo todo le resulta conocido pero a su vez se siente nuevo y original y eso es un logro que solo podemos atribuírselo a él. Su forma de mantener correctamente y en justa medida lo que le sucede a Jesica y desde ahí continuar con la acción de la trama. El saber eso es como una llave que nos permite descubrir el resto del accionar de los personajes y tener ahora sí todo el diagrama completo, lo único que va a faltar es saber el destino de estas dos mujeres cuyos destinos van a estar destinados a cruzarse.

New Life combina los elementos típicos del thriller y lo combina con pequeñas dosis de terror que mas allá de los recursos comunes del género, hay un terror silencioso, un terror que todos podemos experimentar que deja de lado al asesino serial, al monstruo o al demonio de turno. Y ahí es cuando el film de Rosman también se vuelve humano. Y esa cualidad es lograda gracias a las actuaciones de Erin y Walger. Ambas transitarán  por un proceso que las llevará aceptar las adversidades propias de cada personaje para que al final de todo puedan ,como reza el titulo, lograr una nueva vida.

Calificación: **** (Muy Buena)


Título original: New Life (2023) - País: Estados Unidos - Director: John Rosman - Guión: John Rosman - Intérpretes: Sonya Walger, Hayley Erin, Tony Amendola, Blaine Palmer - Fotografía: Mark Evans - Música: Mondo Boys - Duración: 85 minutos.
Fotos: ImdB

sábado, 20 de abril de 2024

De lo que están hechas las pesadillas

Live action y animación se unen para dar vida a un film que se transforma en una verdadera pesadilla tanto para el espectador como para su protagonista.


Por Ricardo Diaz

La técnica de animación conocida como stopmotion permite darle movimiento a aquellas cosas inanimadas, y así de alguna manera darle "vida". Robert Morgan utiliza dicho recurso y lo combina con actores reales en su primer film que sondea los miedos de una estudiante de cine, Ella Blake (Aisling Franciosi) que vive bajo la sombra de su estricta y obsesiva madre (Stella Gonet). Una reconocida directora/animadora que tras quedar incapacitada, vuelca su frustración en su hija, atormentándola en todo el preceso de lo que será su ultimo proyecto. Sin embargo, la hija se verá en la disyuntiva de continuar con el trabajo de su progenitora o de seguir su propias ideas y enfrentarse a una realidad que ha negado hace años.

Si bien el film plasma tópicos trillados que hacen referencia a la busqueda de uno mismo y de seguir los pasos de los padres, lo interesante de la película es la puesta del director y la ejecución para crear dos mundos que se empiezan a superponer y la linea de la realidad con la fantasía se mezclan y crean una sensacion de pesadilla permanente. Mucho de ello logrado, justamente, con la utilizacion del stopmotion. En donde los personajes que Ella va creando se vuelven parte de la trama y nos permiten entar en el subconsciente de ella y todo se empieza a retorcer y caer en un espiral de locura.

La actuación de Franciosi es milimétrica, de a poco su personaje empieza a ceder y adentrarse en una oscuridad a la que está atada, llevada de la mano por la pequeña musa que se cruza en su camino (Caoilinn Springall) que la incentiva a que se anime a hacer sus propias marionetas para contar su propia historia pero con algun que otro detalle escabroso y así es como sus personajes empiezan a convertirse en algo más y así mismo ella también va a atravesar un cambio. 

Morgan, tras haber realizado varios cortos, logra con stopmotion un debut que no pasa desapercibido por su inventiva tanto como director como guionista junto a Robin King a la hora de crear una pieza tenebrosa que de a poco lo sumerge a uno en un cuento de terror. Y si bien el final puede parecer inconcluso, termina siendo el correcto porque al fin y al cabo cuando el titiritero termina su obra, es momento de que las marionetas se vayan a dormir al baúl a la espera de volver a cobrar vida. 

Calificación: **** (Muy buena)


Título original: Stopmotion (2023) - País: Reino Unido - Director: Robert Morgan - Guión: Robert Morgan, Robin King - Intérpretes: Aisling Franciosi, Stella Gonet, Caoilinn Springall, Tom York - Fotografía: Léo Hinstin - Música: Lola de la Mata - Duración: 93 minutos.
Fotos: ImdB








lunes, 1 de abril de 2024

El escondite perfecto

En medio de una tempestad, una joven pide refugio en un remolque en donde habita un silencioso hombre con secretos a punto de salir de su escondite. Terror en las tierras de los canguros. 


Por Ricardo Diaz 

En tiempos en donde el terror es maltratado por realizadores con pocas ideas que nos llevan por piletas poseídas, ositos de peluches y remakes innecesarias junto a estudios qué venden esas atrocidades para llenar salas bajo publicidad engañosa con leyendas como "la película más aterradora del año" o "de los creadores de...", es un regocijo encontrar entre todo ese infernal bullicio obras como you'll never find me.

Escrita por Indianna Bell y dirigida por Josiah Allen junto a Bell, su ópera prima (solo habían realizado cortos anteriormente) reúne los elementos clásicos del terror y el thriller y se balancea en ellos en un equilibrio casi perfecto. La historia es simple y en eso se construye todo el misterio. Un hombre (Brendan Rock) atormentado con recuerdos de un pasado qué se desconoce, es sorepndido cuando llama a su puerta una joven (Jordan Cowan) que busca que la lleven a su casa, todo esto en medio de un temporal. Ambos comenzarán una especie de juego psicológico para descubrir quién miente y cuál es la razón de que ambos se hayan encontrado esa noche en ese lugar. 

La tensión y la desconfianza entre los personajes es algo que el espectador también experimenta desde el primer momento porque se percibe que algo extraño sucede, pero no se puede dilucidar del todo. Hay sospechas, algunas tal vez antes de tiempo, pero jamás se está preparado para su desenlace o para la forma en que se resuelve ese misterio. Lo más retorcido es que tampoco queda la tranquilidad en el espectador, solo la solución a lo que vivió por un poco más de una hora y media.

La clave del éxito de la obra de Bell y Allen es que supieron cómo manejar el timing para crear la tensión necesaria y evocar esa atmósfera perturbadora, opresiva, confusa como si por momentos estuviésemos en la mente de alguno de los protagonistas. Esa tormenta bestial que azota el remolque es como si fueran los pensamientos de alguno de ellos qué amenazan con destruir esas psiquis y fragmentarla. Todo lo que se ve en pantalla es por algo, todos se convierte en una pista. Tal vez algunas están de más, y no evitan la sospecha para el espectador ansioso qué quiere saber más de lo que se le muestra, pero aún así el desenlace no deja a nadie sin sorprender. Y justamente para aquellos que conocen el género seguro recuerdan a William Lustig al llegar a ese clímax. Tal vez de forma involuntaria, pero ese detalle merece reconocimiento. 

You'll never find me es una película que uno celebra al terminar de verla porque descubre que todavía quedan realizadores qué respetan al genero y al espectador. Que les interesa generar una experiencia casi inmersiva al ver la historia. Por momentos se vuelve compleja y por más que toque un tema sensible y no lo profundice no significa que no sea lograda, porque la metade los realizadores no era ese, sino mostrarnos ese escondite que todos conocemos pero que deseamos jamás encontrar.

Calificación **** (Muy Buena)


Título original: You'll never find me (2023) - País: Australia - Director: Josiah Allen y Indianna Bell - Guión: Indianna Bell - Intérpretes: Brendan Rock, Jordan Cowan - Fotografía: Max Corkindale - Música: Darren Lim - Duración: 96 minutos.
Fotos: ImdB

Padre nuestro

El exorcista marcó a generaciones enteras por su despiadada crudeza y maldad. Más de cincuenta años después sigue siendo una película aterra...