sábado, 16 de octubre de 2021

La noche interminable

Una vez mas Michael Myers está en las pantallas del cine continuando la matanza que comenzo en 2018, nuevamente de la mano de David Gordon Green. Pero al parecer el afilador de cuchillos no llegó al rodaje. 
Por Ricardo Diaz


Antes que nada, debo aclarar que me resulta ser del todo objetivo con una de las sagas que considero la pionera en materia del terror y más que nada en el genero del slasher. Pero de alguna forma por ese mismo respeto a esa obra casi maestra de 1978 filmada por John Carpenter voy a comentar de la forma más imparcial posible la nueva entrega titulada Halloween Kills.

La noche de Hallowen de 2018 está lejos de terminar para Laurie Strode (Jamie Lee Curtis). Despues de haber encerrado y prendido fuego a Myers en una casa constriuida para tal fin con la idea de acabar de una vez por todas con su terrorifico pasado, la llegada de los bomberos al lugar le dan la oportunidad a mascarita blanca para que siga su larga, misteriosa y parsimoniosa marcha dejando un un camino de cadáveres atrás. Y desde esa escena ya hay problemas, la forma en que Michael mata a los bomberos no es lo que uno espera ver, es más una escena de acción que de terror, por más que use una sierra eléctrica o un pico, no se siente la vibración slashera del film. Son solo muertes. Y esta sensación se siente en todas las veces que The shape aumenta su body counter, por lo que desde ese aspecto el film de David Gordon Green no satisface. Siendo que en su predecesora él habia sido contundente en plasmar el salvajismo y la brutalidad de Myers.

Y si bien la violencia gráfica es un elemento iportante en este género y en la saga en general, existe un problema mayor que ataca directamente al corazón de la obra creada por Carpenter. Esto consiste en darle un sentido al mal, buscar su por qué y convertirlo en algo que jamás lo fue y en eso estaba la genialidad de su origen. Pero existe en el último tiempo la idea de justificar al villano o entender sus acciones, mostrar que todo tiene un por qué. Pero lo cautivante de Myers fue precisamente eso, nunca hubo razón para explicar lo que hace o por qué persigue a Laurie. Por lo menos el espectador no necesita eso porque no busca algo así en un film de horror. Como lo decía el Dr. Loomis (Donald Pleasence) él es la maldad pura, es una fuerza imparable, va más allá de todo. Y eso es todo lo que se necesitó para crear una leyenda. 

Halloween kills se convierte en un puente temporal entre los hechos ocurridos en 1978 en donde Michael vuelve a Haddonfield después de escaparse del psiquiátrico en el que estuvo internado tras haber asesinado a su hermana en 1963. De hecho previo a centrarse en 2018, Green nos lleva a fines de los setenta una vez más para mostrar lo que sucedió previo a la captura de Myers que muestra un incidente con dos policías novatos en donde uno de ellos es el oficial Hawkins (Will Patton) y ese hecho es el disparador de esta historia. Es una entrega que se centra más en el pueblo y en la reacción de todos sus habitantes que en la final girl número uno, Jamie Lee Curtis. Se muestra esa sed de venganza y de pseudo justicia que se ha ido gestando hace años y de alguna manera como si toda esa violencia latente fuera el reflejo de Michael. Es lo que él ha generado. Toda su violencia es como si fuera contagiosa y ahora todos quieren cazar al mal ciegamente sin importar nada. Incluso si es alguien inocente como en la escena del hospital de Haddonfield en donde se desata la cacería de brujas. Pero una vez más se busca profundizar sobre algo que no viene al caso y que además tampoco se lo logra. Por lo que da como resultado un film a medias. 

En el climx del film, después de una escena casi calcada de John Wick en donde Myers se enfrenta a una horda de vecinos de Haddonfield dispuestos a darle su merecido, en sus segundos finales vuelve a vibrar esa fibra de horror que siempre lo fué, con un final que marca el preludio de lo que va a ser Halloween ends y el enfrentamiento final. Y que  quizás toda esta nueva "trilogía" haya sido sólo una excusa para reclutar al sucesor/a de la máscara ya que el poder de ella ha estado dando vueltas todo el tiempo y con los acontecimientos finales y los a futuro todo puede indicar que una nueva noche está a punto de comenzar. 

Según la RAE el terror es el pavor de un mal que amenaza o de un peligro que se teme. Michael Myers es el sinónimo del terror. Es la figura icónica del género. Lamentablemente David Gordon Green y el resto de los guionistas se olvidaron el diccionario y se fueron para un camino que puede ser sin salida en donde la célebre melodía de Carpenter ahora suena como un eco lejano de lo que alguna vez aterrorizó. 
Calificación: ** 1/2 (Regular +) 


Título original: Halloween Kills (2021) - País: Estados Unidos, Reino Unido - Director: David Gordon Green - Guión: Scott Teems, Danny McBride, David Gordon Green - Intérpretes: Jamie Lee Curtis, Judy Greer, Andi Matichak, James Jude Courtney, Nick Castle, Will Patrón, Tomás Mann - Fotografía: Michael Simmonds - Música: Cody Carpenter, John Carpenter, Daniel A. Davies - Duración: 105 minutos.

***** (Excelente) - **** (Muy Buena) - *** (Buena) - ** (Regular) - * (Mala)

Fotos de los textos: Jamie Lee Curtis y Judy Greer en Halloween kills (IMDb).  

domingo, 10 de octubre de 2021

ESPECIAL HALLOWEEN 2021 - SEMANA 1

Octubre. Halloween. 31 días, 31 películas. Estos comentarios van a ser exprés, cortitos y al pie, con la idea de dar a conocer films de todo tipo, algunos mejores que otros, pero todos tienen algo en común: el terror y sus diversas formas de manifestarse. Los invito por un rato a dejarse llevar por esa extraña sensación.
Por Ricardo Diaz.

1- Martyrs (Pascal Laugier, Francia-Canadá, 2008, 98 minutos) 
¿La trama? Una niña torturada logra escapar milagrosamente y queda hospitalizada. Años después, junto con una amiga descubrirán los responsables de semejante atrocidad con consecuencias devastadoras. 
En esta película se explora el tema de violencia de género ligadas a un culto sádico con una retorcida búsqueda. Un nivel extremo de escenas perturbadoras que incomodan en más de una ocasión pero a su vez tienen una belleza cruel que si se logra el ejercicio de terminar de verla, uno queda complacido y agradecido por haber vivido un tour de force brutal. Francia sabe cómo generar pavor y no le tiembla el pulso a Laugier para provocar repulsión. 
Calificación **** (Buena) 


2- La llorona (Jayro Bustamante, Guatemala-Francia, 2019, 97 minutos) 
¿La trama? Un general se enfrenta a juicio por los crímenes cometidos en la Guerra Civil guatemalteca pero algo más busca hacer justicia por los hechos del pasado. 
Antes que nada no confundir con La maldición de la llorona (film estadounidense estrenado el mismo año). En esta producción se utilizan los crímenes de guerra cometidos para revivir la leyenda de esta mujer que llora por el arrebato de sus hijos. Bustamante logra crear un clima de tensión sin saber cómo va a resolverse el tercer acto, ni tampoco lograr dilucidar exactamente hacia dónde nos pretende llevar. Pero él sí lo sabe, y eso es lo interesante de esta película. Solo hay que dejarse llevar y experimentar el miedo por nuestros pecados, por nuestros errores que tarde o temprano van a venir a buscarnos de una u otra forma. 
Calificación **** (Muy Buena) 


3- El Resplandor (Stanley Kubrick, Reino Unido, Estados Unidos, 1980,142 minutos) 
¿La trama? Un escritor y su familia se hospedan en el extraño hotel Overlook para pasar todo el invierno, pero el lugar oculta oscuros secretos que harán que la familia experimenté el mayor terror de todos. 
Stanley Kubrick llevó adelante la adaptación del célebre libro de Stephen King y todo su proceso estuvo rodeado de problemas, desde la furia de King por todas las libertades tomadas por el director que hasta traumatizó a Shelly Duvall haciéndola repetir incontables de veces las escenas para lograr lo que quería. El resultado fue una película que nos entrega una de las mejores actuaciones de Jack Nicholson pero que en algún sentido es como que nunca logró despegarse del alcohólico Jack Torrance en sus siguientes interpretaciones. 
La película de Kubrick nos lleva al terror familiar, el terror de temer a tu propia familia, de desconocerla por completo. La atmósfera que recrea el director es pesada, y el hotel es el gran protagonista, de a poco nos absorbe y nos lleva al borde de la locura. La escena del ascensor y la catarata de sangre es una de esa escenas que se quedan guardadas en el cerebro por siempre. Aún así el final no tiene la fuerza contundente para impactar y queda al borde de la risa. 
Calificación *** (Buena) 


4-Doctor sueño (Mike Flanagan, Reino Unido-Estados Unidos, 2019)
¿La trama? Han pasado años de los eventos ocurridos en el hotel Overlook, pero Danny no puede olvidar lo sucedido y ya como adulto parece estar siguiendo los pasos de su padre. Pero deberá enfrentar sus miedos y utilizar su talento conocido como "resplandor" para ayudar a una niña que está en peligro que tiene también esta extraña condición antes de que caiga en las manos de un oscuro grupo. 
Mike Flanagan nos abre las puertas nuevamente del oscuro hotel que aterró a la familia Torrance. Ewan McGregor compone la versión adulta del pequeño Danny que se encuentra lidiando con sus demonios internos para no volverse como su padre. Esta continuación tiene más elementos sobrenaturales porque se centra más en el concepto del resplandor, está cualidad cuasi telepática que poseen algunos. Motivo por el cual una especie de vampiros chupa resplandores los caza uno por uno. Terror sobrenatural servido. 
Para mi comentario completo de esta peli en este enlace http://altatensionrichard.blogspot.com/2019/11/eterno-resplandor-comentario-de-doctor.html
Calificación:*** (Buena) 


5- El gabinete del Dr. Caligari (Robert Wiene, Alemania, 1920, 76 minutos) 
¿La trama? Un hipnotizador utilizará un sonámbulo para cometer crímenes. 
Clásico de los clásicos. Una de las primeras películas que fueron consideradas de terror. Un film mudo que con su escenografía deformada logra transmitir la tensión y el drama que narra el film y provoca el miedo deseado. Cada escena se torna fantasmagórica con esos tintes entre el amarillo y el azul. 
Calificación **** (Muy Buena) 


6- Host (Rob Savage, Reino Unido, 2020, 57 minutos) 
¿La trama? Plena pandemia. Encierro obligatorio. ¿Cómo pasar el tiempo? Hacer una sesión de espíritus por Zoom. Pero cuidado, el más allá es inmune al Covid y se adpata rápido a las tecnologías. 
Una de esas películas que te sorprenden sin esperar absolutamente nada de ella. Una versión actualizada de Actividad paranormal que toma lo mejor del género de fantasmas convocados y que cumple con su función de asustar y lo logra con pocos recursos pero efectivos. No faltan las sombras extrañas, las sillas que se caen y se agregan las fallas de conexión típicas de una reunión por Internet, muy común en este último tiempo. Rob Savage digitaliza el mundo de los espíritus para llegar a las nuevas generaciones y lo logra satisfactoriamente. 
Calificación **** (Muy buena) 


7- Midsommar (Ari Aster, Estados Unidos-Suecia, 2029, 143 minutos) 
¿La trama? Una pareja que no atraviesa su mejor momento hace un viaje a Suecia con un grupo de amigos para conocer un pueblo antiguo que celebra un ritual cada noventa años con una serie de rituales paganos bajo el eterno solsticio de verano. Dichas ceremonias tendrán efectos en ellos. 
Ari Aster logra un film precioso y aterrador. Una fotografía inmaculada de ese extraño pueblo donde habitan los Härga en donde el sol parece no ocultarse jamás. La luminosidad en cada escena es brillante sumado al manejo único de cámara del director. El terror vinculado a los cultos paganos vuelve a aparecer y recuerdan al culto siniestro (un clásico de los años setenta), pero también Midsommar se la puede ver como un ensayo acerca de las relaciones amorosas y de la complejidad de saber priorizar se uno y saber terminar con aquello que no nos hace bien. Los temas de la monogamia y la individualidad son reflejados en este extraño culto liberador. 
Calificación **** (Muy buena) 



Fotos de los textos: Imdb


viernes, 8 de octubre de 2021

Yo soy tu simbiote fiel

El simbiote negro baboso con gran carisma y con un apetito sin fin por cerebros y chocolates está de regreso y está vez se enfrenta al sanguinario Carnage. Que comience la carnicería y las risas.
Por Ricardo Diaz


En 2018 se estrenaba Venom, una suerte de spin-off dentro del universo del Hombre Araña en donde se presentaba el inicio de este particular personaje que llega a la tierra como un simbiote que necesita un huésped para poder vivir y así es como que usurpa al periodista Eddie Brock (Tom Hardy), el cual no tarda en descubrir las nuevas habilidades que le otorga este parlanchin invasor. De esta forma la película de Rubén Fleischer convertía en ¿héroe? al famoso villano de Peter Parker.

Su secuela continúa con lo que se pudo ver en la escena post créditos típica de las producciones de Marvel en donde se presentaba a Woody Harrelson como Cletus Kasady y para el avesado comiquero eso solo significaba una cosa: que Carnage sería liberado. Y así es como sucede en esta alocada continuación. Los orígenes de este maniático asesino son contados en el film de Andy Serkis y dentro de esa génesis hay un interés romántico, Francés Barrison (Naomie Harris) una super villana con un grito sónico, lo cual traerá problemas a futuro. Estos dos psicóticos tórtolos son separados en su adolescencia pero ese amor enfermo aún sigue vivo y Kasady a horas de la pena de muerte tendrá la oportunidad de desatar la mayor masacre de todos los tiempos, gracias a su nuevo compañero alienigena rojo, Carnage.

Pero todo ese enorme problema es provocado accidentalmente por Venom ya que en una visita a la cárcel el personaje de Harrelson muerde a Brock obteniendo parte del especial veneno que lleva en su sangre. Por lo que Carnage sería como un hijo de Venom. Pará colmo la relación entre simbiote y huésped está en un momento tenso y en plena fase de quién tiene el poder ya que el alien se siente preso dentro del cuerpo de Hardy y sobretodo privado de no poder comer tantos cerebros como quisiera por mas que Brock le haya buscado chocolates y dos pollos en reemplazo, pero para Venom eso dos plumiferos son como parte de la familia al punto que les pone nombre. Y el sabor de los cerebros humanos no tiene comparación. Brainssssssssss!!!!!! 

Esa dinámica Venom/Eddie es lo divertido del film, porque retrata lo que es convivir con alguien y todas las cosas que eso conlleva y los acuerdos a los que se debe llegar para que los integrantes no se maten. Es como explorar de una manera estrafalaria las compatibilidades y cómo algunos pueden encontrar ese compañero perfecto o como dice el himno de Toy Story ese amigo, o en este caso, simbiote fiel. Gran parte del humor es producto del talento de Hardy que realiza una doble tarea, una física al componer a Brock y también vocal porque es su voz la que hace hablar a este ¿simpático? ser viscoso. Es sumamente gracioso escuchar los comentarios /consejos de Venom a lo largo del film mientras su compañero humano interactúa con los demás.  La escena en la que se pelean cual pareja y el simbiote termina haciendo un discurso igualitario en un bar es de lo mejor de la película.

Junto a ese humor repartido en todo el film, hay altas dosis de acción y escenas caóticas super destructivas que en algún punto parece tomado a la ligera el grado de violencia que se maneja, porque por más héroe que pueda llegar a ser Venom, es un ser que come cabezas, aunque sean la de los malos. Es un concepto muy bizarro pero que por algún motivo desviado causa una especie de ternura malsana, porque es como si fuera un mega Stitch gigante. Al fin y al cabo había otro alien de un planeta llamado Melmac que tenía predilección por los gatos y todos lo queríamos.

El problema con el film es que no hay una coherencia definida en cuanto a historia principal, es más como una sucesión de hechos y escenas, algunas cómicas y otras a puro despliegue visual, pero al fin y al cabo no pertenece a ningún lado, tanto la historia como el personaje. Y tal vez por eso Marvel haya pensado en la escena que le sigue a los créditos para corregir ese limbo en el que se encuentra y por fin la próxima vez veamos realmente a Venom liberado.
Calificación ** (Regular)


Título original: Venom, let there be carnage (2021) - País: Estados Unidos, Reino Unido, Canadá - Director: Andy Serkis - Guión: Kelly Marvel, Tom Hardy - Intérpretes: Tom Hardy, Woody Harrelson, Michelle Williams, Naomie Harris, Reid Scott, Stephen Graham - Fotografía: Roberto Richardson - Música: Marco Beltrami - Duración: 97 minutos.

***** (Excelente) - **** (Muy Buena) - *** (Buena) - ** (Regular) - * (Mala)

Fotos de los textos: (IMDb). 

domingo, 3 de octubre de 2021

Por siempre Bond, James Bond

Daniel Craig usa por última vez el traje del espía inglés más conocido en la vigésima quinta aventura del personaje a lo largo de la historia del cine y se despide a lo grande en un film que no da tiempo para aburrirse.


Por Ricardo Diaz 
Cuando se habla de espías en el cine el primer nombre que estalla en la mente del público es el personaje creado por Ian Fleming, el agente 007. Y a lo largo de los años diversos actores han encarnado a este agente británico, así pasaron Sean Connery, George Lazenby (sólo por una vez), Roger Moore, Timothy Dalton, Pierce Brosnan y el actual Daniel Craig que por quinta vez le da vida al infalible James Bond.

En su última aventura titulada Sin tiempo para morir, él se encuentra alejado de todo el mundo del espionaje, viviendo una historia de amor con la bella Madeleine (Léa Seydoux) la cual conoció en los eventos ocurridos en Spectre (2015). Sin embargo esa calma no está destinada a durar, ya que eventos del pasado de ella regresan y todo ese idilio amoroso se resquebraja y James regresa una vez más al mundo que conoce o por lo menos en el cual ha existido en su mayor parte. 

La logia Spectre dirigida por Blofeld (Christoph Waltz) sigue operando en las sombras a pesar de que él haya quedado recluido en una prisión de máxima seguridad, una especie de Hannibal tecnológico en la escena en que Bond lo interroga. Aún así, el 007 deberá lidiar con algo más peligroso, el proyecto Heracles. Un arma biológica que está en manos del nuevo villano de turno, Lyutsifer Safin (Rami Malek). De esta forma, James tendrá el tiempo contado para salvar al mundo por lo que le queda poco tiempo para morir (ja!) Ah! y también debe trabajar en equipo con la nueva agente 007 Nomi (Natasha Lynch) 

Como en todas las películas de la saga, estas aventuras increíbles y casi disparatadas son el eje de las historias, pero es como un acuerdo tácito entre el director y el espectador en donde se acepta porque uno quiere ver al 007 en acción y principalmente a Craig, porque hay que ser sincero, Daniel moldeó como nadie al personaje, lo llevó más allá del estereotipo casi caricaturesco en el que se había convertido la versión de Brosnan. Y en esta despedida del personaje se puede observar todo el camino recorrido. 

Sin tiempo para morir une de alguna forma los cinco films del Bond de ojos azules y logra un broche de oro para el personaje y para el actor que lo encarnó por quince años. Sin lugar a dudas su versión es la más real, creíble y humana. En el film de Cari Joji Fukunaga se lo permite ver enamorado al personaje, experimentando sentimientos que han estado parpadeando en las entregas anteriores y que ahora se encienden por completo y llevan al personaje a un lugar más vulnerable, pero sin perder la hombría que tiene el agente con licencia para matar. Y si hay algo que caracteriza a la versión de Craig es justamente eso, ese equilibrio justo entre lo rudo y lo sofisticado. Porque sólo Bond puede caer de un techo con clase y tomarse un martini mezclado, no batido. 

La larga duración del film (dos horas y cuarenta y tres minutos) evocan al título, porque es una montaña rusa de emociones, acción y hasta risas que no dejan tiempo para nada más. Todos los personajes interactúan de manera única y se amalgaman de forma perfecta unos con otros, ninguno está de más, inclusive hay regreso de personajes del pasado, corpóreos y no corpóreos. Y todos de alguna manera para poder decir adiós. Y esa sensación es producto de las actuaciones. Se luce Malek con este villano extraño y que de alguna forma es como la némesis perfecta para Craig. Su modo de hablar, casi como un susurro y esa mirada particular de Rami lo convierten en un antagonista que desde el primer momento se sabe que va a llevar las cosas al extremo. La aparición de Ana de Armas como Paloma como side-kick en la misión de Cuba no tiene desperdicio y le da una frescura al film agradable de ver y por qué no un futuro spin off. 

Fukunaga tuvo la ardua tarea de digirir la vigésima quinta película del agente 007 que a su vez es la despedida de uno de los Bond más icónicos. El Bond que más corrió en el cine, que recibió tiros, se le cayeron edificios encima y lo torturaron peor que a Jack Bauer en Casino Royale (2006) y ahi siguió él, se las bancó a todas, porque hablando en criollo Daniel Craig lo volvió macho al agente del MI6. Y en esta entrega Bond no se va acobardar aunque de alguna forma se enfrente al mismísimo Lucifer, porque ahora él ha encontrado lo que siempre buscó en algun rincón de su ser desde hace mucho tiempo, y como él dice en una parte del film "es difícil dejar ir". Y esa frase sobrevuela todo el tiempo hasta el gran clímax final y su mirada de ojos azules en primer plano, mirando al espectador por última vez. Porque más allá de todo, la vida debe continuar y sin tiempo para morir. 
Calificación **** (Muy buena) 

Título original: No Time To Die (2021) - País: Reino Unido, Estados Unidos - Director: Cory Joji Fukunaga - Guión: Neal Purvis, Roberto Wade, Cory Joji Fukunaga - Intérpretes: Daniel Craig, Léa Seydoux, Rami Malek, Lashana Lynch, Ralph Fiennes, Ben Wihshaw, Naomie Harris, entre otros - Fotografía: Linus Sandgren - Música: Hans Zimmer - Duración: 163 minutos.

***** (Excelente) - **** (Muy Buena) - *** (Buena) - ** (Regular) - * (Mala)

Fotos de los textos: Daniel Craig y Ana de Armas en sin tiempo para morir (IMDb). 

domingo, 12 de septiembre de 2021

El diablo interior

James Wan regresa al género con el que se dió a conocer en un film que plantea oscuridad y misterio pero no logra un resultado óptimo.


Por Ricardo Diaz 

El juego del miedo fue el primer paso en la carrera del director James Wan, un film de muy bajo presupuesto que revolucionó el género a comienzos del nuevo milenio porque le daba una vuelta de tuerca a todo lo que se había visto en materia de horror. Una historia que tenía un muy buen suspenso y altas dosis de sangre en trampas impactantes y un final inesperado. Con los años el director demostró que no sólo a asustar se dedica y además de crear el universo de saw y el conjuro también dirigió rápidos y furiosos 7 y Aquaman. Pero siempre está ese primer amor que no se puede olvidar, y mientras se prepara para continuar las aventuras del héroe acuático, estrena su nueva pesadilla titulada Maligno.

Sin embargo con su nueva producción se aleja a lo ya mostrado. Es casi un film experimental que combina todo lo que Wan ha mostrado anteriormente pero además se perciben otros elementos y referencias. Así, en esta historia está Madison Mitchell (Annabelle Wallis), una chica embarazada que tras algunos hechos empezará a tener pesadillas de horrendos asesinatos que se hacen realidad y por alguna razón ella puede verlos mientras suceden. Al avanzar la trama, se descubrirá que el implacable asesino está vinculado a su pasado. Y eso es todo lo que se puede contar del film, porque es de esos en donde la clave es su clímax y también su condena.

El terror en Maligno pasa por diversos estados y formas. Por momentos es psicológico, después es gráfico y visceral y también es físico,casi como lo haría el maestro de David Cronemberg. Y así como esas referencias encontramos mucho del giallo, porque el perpetrador de los asesinatos es misterioso, con guantes negros, hay exceso de tripas, y claro está, una investigación policial, que en este caso cae sobre el detective Kokea Shaw (George Young) el encargado de descifrar qué ocurre con Madison y esa parte de la trama no logra convencer, porque su personaje está mal escrito y queda poco definido, y parece que lo mueve más el interés sentimental por la hermana de Madison, Sydney (Maddie Hason), que por la investigación policial. Por lo que en ese aspecto del guión, la película falla. 

Tal vez el problema más grave en la película es justamente la confección de la historia coescrita por Wan, Ingrid Bisu y Akela Cooper. Porque además de contar con personajes poco definidos, el misterio del asesino y su lazo con el personaje de Wallis puede resultar hasta irrisorio de la forma en que lo plantean y lo llevan a cabo, más allá de que se utiliza algo real pero se lo retuerce al extremo para provocar el horror y la sorpresa del tercer acto y eso no estaría mal si estuviese bien logrado. Toda la historia se apoya en ese misterio y oscila permantemente en los films de posesiones diabólicas y asesinos seriales, pero no se define por ninguno. 

Lo que no se puede negar en Maligno es el trabajo de cámara de Wan y la fotografía de Michael Burgess, que logran que la película tenga momentos sobresalientes y una estética maravillosa que por momentos evoca a esos films de bajo presupuesto de los años 70 con imágenes saturadas y ese efecto glitch tan característico de los VHS, pero con los recursos tecnológicos de hoy día lo que es agradable de ver. El uso de los azules y rojos en gran parte del film denotan ese peligro oculto en la supuesta calma. Y el extraño sonido compuesto por Joseph Bishara que se escucha súbitamente en las escenas cumple con la función de sorprender y también se convierte en otro guiño al giallo. 

Malignant no es el mejor film de James Wan, pero se valora la intención de buscar algo más, de salir de la zona de confort que le da el género y proponer algo nuevo, en donde el resultado final es algo extraño, casi deforme, como un pequeño apéndice dentro de su filmografía. El tiempo dirá si ese engendro es benigno y favorece a su creador o es algo maligno que tendrá que extirpar como un cáncer. 
Calificación *** (Buena) 

Título original: Malignant (2021) - País: Estados Unidos, China - Director: James Wan - Guión: James Wan, Ingrid Bisu, Akela Cooper - Intérpretes: Annabelle Wallis, Maddie Hasson, George Young, Michole Briana White, Jean Louisa Kelly - Fotografía: Michael Burgess - Música: Joseph Bishara - Duración: 111 minutos.

***** (Excelente) - **** (Muy Buena) - *** (Buena) - ** (Regular) - * (Mala)

Fotos de los textos: Annabelle Wallis en Maligno (IMDb). 



domingo, 29 de agosto de 2021

El dulce nombre del miedo

Candyman regresa una vez más a los cines en una nueva historia que retoma la clásica leyenda urbana pero se convierte en algo más, poniendo en pantalla temas raciales. Antes de decir su nombre por quinta vez ante el espejo, fijate en el siguiente comentario.


Por Ricardo Diaz

Una leyenda urbana es es un relato que se transmite de boca a boca que cuenta hechos supuestamente verídicos, muchas veces asociados a alguna supersticion. Dicho relato es aggiornado a medida que va circulando y suele adquirir caracteristicas inverosímiles y misteriosas. Y por lo general presenta algun tipo de moraleja. En este contexto está Candyman. En donde si dices cinco veces su nombre frente al espejo, él aprece y te lleva al mas allá de la mano-gancho, previo a destriparte con ella.

En 1992 Bernard Rose llevó por primera vez dicha historia protagoniozada por Virginia Madsen y Tonny Todd como el dulce hombre del garfio. Y si bien se trataba de un film dentro del género del terror plasmaba otros temas de fondo relacionados con la eterna desigualdad racial e inclusive hasta una trágica historia de amor de fondo. 

A casi treinta años de aquel estreno, Nia DaCosta (Little Woods) retoma aquella leyenda y logra un film interesante y renovado que en sus noventa minutos de duración se cierne de lleno en el injusto trato que siguen recibiendo algunos habitantes por no ser "blancos" y la falsedad de la sociedad en cuanto a la aceptación y que no existe el desprecio por el color de la piel. Cuestiones que saben como abordar los guionistas Jordan Peele, Win Rosenfeld y la propia Nia.  La historia se convierte en una secuela de la entrega de los años noventa pero no obliga a que el espectador tenga que verla previamnete. El propio film se encarga de forma magistral de contar los hechos sucedidos hace unos años en Cabrini-Green, usando una secuencia con sombras de marionetas. Y ya ese simple recurso eleva la calidad del producto final. De modo que llamarla secuela es injusto porque es mucho más que eso, es una historia propia. Por eso ni su título lleva la maldicion del número romano que vuelve a las películas un producto en serie. 

Los años han pasado,pero hay cosas que no se olvidan. Yayha Abdul-Mateen II es el que va a conectar con el pasado de ese lugar maldito, ahora aburguesado, o tal como diría un personaje "los blancos construyen el ghetto". En donde él también formó parte cuando apenas era un bebé y le ocurrieron eventos extraños que no recuerda. El personaje en cuestión es Anthony McCoy un aspirante a artista que es vapuleado por sus supuestos colegas a sus espaldas. En una reunión con su pareja Brianna (Teyanah París), el hermano de ella, Tray (Nathan Stewart-Jarred) narra la historia de Candyman, despertando curiosidad en Anthony. Tras investigar los hechos de la historia contada por Williams Burke que conoció al hombre dulce del título (Colman Domingo) y lleva al mito a un lugar más contemporáneo en donde la injusticia social y el poderío blanco sin límites son la causa de la leyenda. Por tal motivo todos esos sucesos se convierten en la musa de McCoy para su muestra para de una vez por todas lograr ese reconocimiento que busca. Sin embargo su obra permitirá invocar al fantasma y la sangre se derramará nuevamente, pero con otros fines. 

El film de DaCosta se vuelve interesante por la forma en que entreteje las historias de la leyenda con la actualidad y la trama de la nueva historia. Nia presenta a Candyman como una suerte de vengador además de ser aquel fantasma asesino de aquellos que lo conjuran por diversión, como en la escena de la escuela en donde cinco chicas dicen su nombre al mismo tiempo en el baño. Una escena grandiosa que capta la idiotez de la juventud. Pero el logro de la realizadora es lograr una película que trasciende el clásico horror y pone en pantalla otros tópicos para que más allá de la violencia gráfica expuesta y lo sobrenatural, el espectador piense en cómo se comporta y la forma de ver al prójimo. Pensamientos que llevan a otra clase de terror. 

Cada una de las decisiones de DaCosta se convierten en aciertos. Desde su aporte en el guión junto con Peele que claramente se ha convertido en un referente en contar historias con temas raciales usando el terror y hasta un cierto humor cínico para manifestar su opinión al respecto. Pasando por los aspectos técnicos y la creatividad en presentar este espíritu por momentos invisible para lograr momentos de suspenso. La escena del ascensor en donde Anthony ve su nuevo reflejo es impresionante, y esto también es posible a causa de las actuaciones en donde todos cumplen con su aporte en el film y componen personajes creíbles que le dan forma a la historia. Desde su protagonista hasta el dueño de la galería de arte, un ser bastante despreciable. Los créditos iniciales puestos como reflejo en un espejo ya predisponen a desafiar al espectador a otra mirada. 

Candyman se basa en un cuento corto de horror de Clive Barker titulado the forbidden (lo prohibido) y lo que logra la directora con esta secuela espiritual, como algunos la han llamado, es justamente eso. Mostrar una realidad prohibida, una realidad que se busca ocultar y callar, pero siempre quedará el fuerte zumbido de aquel que se anime a pronunciar su nombre cinco veces. 

Calificación **** (Muy Buena) 



Título original: Candyman (2021) - País: Canadá, Estados Unidos - Director: Nia DaCosta - Guión: Jordan Peele, Win Rosenfeld, Nia DaCosta - Intérpretes: Yayha Abdul Mateen II, Teyanah París, Nathan Stewart-Jarret, Colman Domingo, Vanesa Williams - Fotografía: John Gulesserian - Música: Roberto Aiki Aubrey - Duración: 91 minutos.

***** (Excelente) - **** (Muy Buena) - *** (Buena) - ** (Regular) - * (Mala)

Fotos de los textos: Yayha Abdul Mateen II en Candyman (IMDb). 









 

sábado, 14 de agosto de 2021

El hombre sin miedo

El ciego monstruoso del film de Fede Alvarez regresa una vez más, pero esta vez sin ningún émbolo con material genético, solo el poder de la fuerza en esta secuela muy diferente. 
Por Ricardo Diaz

En 2016 se estrenaba No respires, en donde unos chicos que roban casas no tienen mejor idea que ir hasta la vivienda de un ciego para hacerse con un suculento botín. Lo único que ellos no sabían es que el habitante tenía una serie de habilidades adquiridas en su pasado militar, ademas de tener oscuros secretos atados en su sótano. Ese film dirigido por Fede Alvarez presentaba una historia de suspenso que se volvia terrorífica a medida que se descubría el pasado del no vidente. Además de contar con todos los elementos clásicos aportados por el padrino San Raimi. El resultado fue una película interesante y claramente con un final que abría las puertas para una continuación. 

Así llegamos a Don't breath 2. En esta ocasión Fede vuelve a formar parte del guión, pero la dirige Rodo Sayagues que también se encargó de escribirla. La historia sucede unos cuantos años después de lo sucedido en la primera parte. Stephen Lang vuelve a encarnar a Norman Nordstrom (ahora se conoce su nombre), aquel soldado que perdió su vista en la guerra de Irak y como si eso no fuese poco también a su hija en un accidente. Convirtiéndose en un ser monstruoso descreído de todo y capaz de cualquier cosa. Pero ahora no está solo, ademas de su perro fiel Shadow, está Phoenix (Madelyn Grace) una huérfana qué él ha rescatado al parecer de un incendio y de alguna forma ella logra ocupar ese lugar vacío. Igual dado su pasado es sumamente estricto con la niña en cuanto a entrenarla para sobrevivir y en prohibirle salir a la ciudad, salvo algunos viajes esporádicos con la sherif del pueblo, Hernandez (Stephen Arcila). Esa extraña tranquilidad cambia cuando un grupo de mercenarios liderados por Rayland (Brendan Sexton III) secuestran a la pequeña y despiertan nuevamente la ira ciega (ja!) de Norman. 

Sayagues cambia todo lo que planteaba la primera parte e inclusive hasta el tono del film. Esa sensacion de encierro y terror que existía en la antecesora acá es reemplazado por una acción brutal con toques de gore y litros de roja hemoglobina, patrocinadas nuevamente por Raimi, y eso siempre es celebrable. Incluisive el mismo personaje de Lang es presentado de otra forma. Hace hincapié en el tema del ex soldado que busca la redención y expiar todos sus pecados de guerra y los que cometió fuera de ella también. Y por eso irá tras la búsqueda de los captores de su adoptada, como si fuese su ultima chance de recuperar algo de su alma. 

Este cambio en el personaje recuerda a Terminator cuando Arnold Scwharzenegger en la primera era el T-800 exterminador y despues volvía como el salvador. En No respires 2 se repite ese recurso. Lang se vuelve una mezcla de Rambo y Daredevil con todos sus sentidos restantes desarrollados casi más allá de lo normal, matando sin miramiento y sangrientamente a todos los que se interpongan en su camino en un rescate inverosímil e imposible. Aún así el resultado es agradable de ver. Las escenas de acción del ciego contra los mercenarios no tienen desperdicio. Hay disparos, martillazos, persecuciones con perros hambrientos, machetazos y hasta hundimiento de ojos (¡oh si! será sangrienta) El director logra coreografíar muy bien esas escenas dándole dinamismo que es lo que busca esta secuela. 

La trama puede tener sus falencias y algunos temas tratados muy a la ligera como el tráfico de órganos y en sí parecer una historia de una película de acción de un domingo por la tarde, pero hay que recordar que toda la historia se basa en una persona ciega que lleva en su interior demasiada oscuridad y violencia. Ya se pudo observar como eso lo afectó de forma negativa en la película de Fede Alvarez, por lo que, lo que logra Sayagues tiene sus méritos también porque le da un cierre digno a ese monstruo que crearon años atrás. Además, ahora es muy común en cierta forma reivindicar a aquellos personajes que son villanos, de manera que el camino de la redención es totalmente válido para esta secuela y para su antihéroe. Este ciego parece haber visto por primera vez en mucho tiempo y va a aferrarse a esa luz porque al fin y al cabo lo esencial es invisible a los ojos si se ve con el corazón. 
Calificación *** (Buena) 

Título original: Don't breath 2 (2021) - País: Estados Unidos, Serbia - Director: Rodo Sayagues - Guión: Fede Alvarez/Rodo Sayagues - Intérpretes: Stephen Lang, Brandan Sexton III, Madelyn Grace, Stephen Arcila - Fotografía: Pedro Luque - Música: Roque Baños - Duración: 98 minutos.

***** (Excelente) - **** (Muy Buena) - *** (Buena) - ** (Regular) - * (Mala)

Fotos de los textos: Stephen Lang y Adam Young en no respires 2 (IMDb). 





sábado, 7 de agosto de 2021

El guardián suicida

James Gunn se toma un respiro de Marvel y hace de las suyas para DC y el resultado es un film explosivo y adrenalínico cono saltar de un precipicio.


Por Ricardo Diaz 
Las películas de Marvel han demostrado su poderío sobre su competencia superheroica directa en más de una decada con su UCM, salvo excepciones como la trilogía de Christopher Nolan recreando la cruzada del hombre murciélago y brindándole la oscuridad y realismo que el personaje merecía. Por algún motivo del universo, las historias de DC no terminan siendo bien adaptadas a la pantalla grande porque no logran amalgamar trama con personajes. Lo que llevó a bodrios y decepciones como Batman V Superman. 

Aún así, Warner Bros no pierde fe en sus superhéroes y tampoco en sus supervillanos y apuesta a ellos en más producciones. Así es como llega el escuadrón suicida, pero no hay que confundirla con el intento casi fallido que realizó David Ayer en 2016 que simplemente se tituló Suicide Squad. Ahora James Gunn le agrega el the (el) al nombre. Como una forma de decir "acá está el verdadero escuadrón" y esa es la sensación que provoca el film, como si lo visto años anteriores nunca hubiese existido, salvo un vago recuerdo al ver algunos personajes que el director mantiene en su nueva adaptación/secuela. Como una especie de Déjà vu.

Este grupo de tareas especiales es formado por el gobierno en secreto bajo la dura e implacable mano de Amanda Waller (Viola Davis) quien recluta a cada uno de los integrantes llegando al punto de la extorsión. Como el caso de Bloodsport (Idris Elba) que no tiene mas remedio que acceder porque amenza con llevar a la carcel a su hija. De esta forma el escuadrón en cuestión es formado para en esta ocasion detener el misterioso proyecto Starfish en la isla ficticia de Corto Maltés. De más está decir que en el intento pueden morir y si llega a haber desertores, sus cabezas explotan, gracias al diapositivo que llevan en su cuello y que Waller es la encargada de apretar el botón. ¿Y cual es el premio? Disminuir años de prisión. 

Gunn le aporta un desparpajo al film que lo vuelve fresco y divertido. Es casi una convención multitudinaria de personajes y actores pero el director sabe como hacer que se luzcan todos, a pesar de que sea un simple cameo. Todos los integrantes tienen su momento de esplendor. Logra un film lúdico en donde se percibe que el director ha tenido la libertad para jugar, desde el guión escrito por él mismo hasta su dirección. Además de contar con una calificación que sea apta para mayores de 16 años y eso también favorece porque permite dar rienda suelta a todo en este tipo de historas y por eso el resultado es algo super mega archi violento y sangriento en donde hay más muertes que en la película Halloween. Esto queda claro ya al inicio de la misión al principio del film en donde las bajas son increíbles y a su vez hay una comicidad en esa violencia gráfica que lo vuelve entretenido. Además de incluir líneas memorables como la que dice el personaje de Harley Quinn (Margot Robbie) al comparar la lluvia como eyaculación de los ángeles. Claramente la mente del director es retorcida, pero hermosa. 

Las actuaciones del elenco crean personajes únicos y carismáticos por más que sean todos unos lunáticos condenados a cadena perpetua. Logran ganarse el corazón del espectador. Y mas allá de las actuaciones principales de Robbie, Elba, Cena (fantástico su personaje de Peacemaker), Melchior (Ratcatcher II) y Kinnaman (como el Coronel Flagg), JG arma una galería completa, desde Michael Rooker como Sevant, pasando por Peter Capaldi (Thinker), Alice Braga (Sol Soria) y hasta Taika Waititi como Ratcatcher. Y las menciones aparte son para Sylvester Stallone y la comadreja Weasel. El primero, le da la voz a King Shark que es como el Groot del escuadrón y por más que para él todo sea ñom-ñom se roba los sentimientos de la audiencia; y el segundo porque es un personaje horrible pero tierno. El director logra de alguna forma enaltecer a estos supervillanos y sobretodo hacerlos humanos. 

Y si hablamos del director de Guardianes de la galaxia es imposible no mencionar el soundtrack de sus películas que en The Suicide Squad también está presente y acompaña a cada escena, desde el primer minuto con Johnny Cash hasta terminar con The Pixies. Lo que hacen que la experiencia sea también musical además de visual, porque son canciones clásicas de todos los tiempos insertas en una trama llena de fantasía y provocan  un contraste interesante.

El escuadrón suicida logra ser uno de los mejores films de DC y lo irónico es que se trata de personajes muy poco conocidos en su mayoría. Pero esa es la cualidad del director y guionista James Gunn: proteger y hacer querible a los perdedores, a los marginados, los olvidados y por qué no a los villanos. Además de tener una visión clara de lo que quiere hacer y cómo hacerlo. Logra darle al universo de DC cómics el primer film ultra violento y sangriento de los últimos años pero a su vez lleno de entretenimiento y eso es lo que se espera en una película basada en una historieta. Lograr que esas fantasías encerradas en viñetas cobren movimiento, y ya es bien sabido que los comics no son para niños, y eso Gunn lo sabe. Él es el guardián de esa galaxia y también el suicida que se anima a hacerlo. 
Calificación ***** (Excelente)  


Título original: The Suicide Squad (2021) - País: Estados Unidos - Director: James Gunn - Guión: James Gunn - Intérpretes: Margot Robbie, Idris Elba, John Cena, Joel Kinnaman, Viola Davis, Daniela Melchoir, entre otros - Fotografía: Henrs Braham - Música: John Murphy - Duración: 132 minutos.

***** (Excelente) - **** (Muy Buena) - *** (Buena) - ** (Regular) - * (Mala)

Fotos de los textos: David Dastmalchian, John Cena, Idris Elba, Daniela Melchior y Margot Robbie en el escuadrón suicida (IMDb). 




sábado, 31 de julio de 2021

Veo gente vieja

Shyamalan vuelve con una nueva historia extraña en la que el tiempo y la vida se escurre entre los dedos en la playa de una remota isla.


Por Ricardo Diaz
El director de Sexto Sentido se caracteriza por sus historias fuera de lo común. Desde fantasmas que se niegan a morir, aldeas con gente extraña, superhéroes y hasta !ninfas!. Lo cual provoca una relación amor-odio con el espectador por sus altibajos en cuanto a producciones. Su nueva creación no escapa a ello.

Una familia compuesta por Gael Garcia Bernal (Guy), Vicky Krieps (Prisca) y sus dos pequeños hijos Trent y Maddox salen de vacaciones a una paradisíaca isla producto de un premio en Internet. Viaje familiar clásico, en donde se observan ciertos problemas maritales en donde la excursión es la jugada final para intentar resolverlos. Todo cambia de perspectiva cuando el conserje de la isla los lleva a una playa privada escondida en donde no tardan en descubrir que el tiempo avanza más rápido que Flash con energizante. Así es como el ciclo biológico de todos los que estan en ese lugar se acelera y los padres pasan a ser abuelos y los niños se convierten en adultos en cuestión de horas. Pero con ello la parca vendrá en tren bala también. 

Viejos tal cual lo spoilea el título es eso. Gente que envejece antes de tiempo y de alguna forma también el film lo busca manifestar de una manera metafórica. La idea de quemar etapas antes de tiempo y el rol que aveces juegan los padres de manera indirecta cuando sus problemas impactan el el mundo de los hijos. Un ejemplo de ello es la escena en la que los chicos juegan con muñecos pero los hacen vivir situaciones de adultos, de separación y de tener que irse a buscar otro lugar para vivir. 

Pero es una película de M. Night Shyamalan, entonces no puede faltar lo extraño y sus giros argumentales. Ambas características estan presentes pero no impactan en el espectador y no convence la forma en que se resuelve la explicación de los eventos que se dan en esta isla muy parecida a Lost en cuanto a los misterios que encierra. Y al igual que el final polémico de la serie televisiva, provoca cierta indignación y tal vez más porque el giro en el clímax está conectado de alguna forma a la triste realidad mundial del Covid y lo que plantea Shyamalan puede llegar a herir suceptibilidades con la idea de sentirse como rata de laboratorio, aunque sea en pos de la más noble causa. Atenta contra el libre albedrío directamente. 

Por otro lado Old presenta unas actuaciones que estan al borde de lo ridículo, como el caso de Rufus Sewell que iterpreta a un médico que comienza a divagar y preguntarse por una película en la que actúan Jack Nicholson y Marlon Brando. Claramente el tiempo deteriora su mente, pero en vez de ser algo traumático que genere la tensión en el espectador se vuelve casi cómico, por más que después su paranoia siga en aumento y se convierta en un peligro para todos. Desde ese punto de vista las interpretaciones recuerdan a el fin de los tiempos (the happening). Y en otros momentos parece una historia de terror salida de algun libro de chicos con imagenes grotescas. 

La sensación de encierro en esa playa que debería ser el mejor recuerdo de sus vidas, el director lo logra con una buena elección de planos cerrados sobre los protagonistas. El problema es que no hay interes por ellos. Da igual cómo van a morir, si al fin y al cabo es algo obvio. Lo único que queda por esperar es el giro al que nos tiene acostumbrado Mr. Night y en esta oportunidad tampoco tiene eso a favor. Lo que refleja problemas de guión. 

Al finalizar el film quedan sentimientos encontrados, porque no se sabe si Shyamalan es una mente maestra que encuentra siempre la manera de atrapar con sus tramas o es una malvado villano que se divierte en hacer perder minutos de vida para que todo sea una cuestion de tiempo y todos terminen como su película, viejos. 
Calificación **



Título original: Old (2021) - País: Estados Unidos - Director: M. Night Shyamalan - Guión: M Night Shyamalan - Intérpretes: Gael García Bernal, Vicky Krieps, Rufus Sewell, Alex Wolff, Amber Lee, entre otros- Fotografía: Mike Gioulakis - Música: Trevor Gurerkis - Duración: 108 minutos.

***** (Excelente) - **** (Muy Buena) - *** (Buena) - ** (Regular) - * (Mala)

Fotos de los textos: Gael Garcia Bernal, Vicky Krieps, Alexa Swinton, Luca Faustino y Eliza Scanlen en Old(IMDb). 









sábado, 24 de julio de 2021

Silencio en la sala, por favor

Emily Blunt sigue sin poder hacer mucho ruido en la continuación de la película dirigida por su esposo y esta vez no hay ningún clavo suelto (ja!)
Por Ricardo Diaz


En 2018 John Krasinski presentaba un lugar en silencio, un film que él mismo no quería que sea considerado de terror, más bien dentro del género post apocalíptico. Aún así su trabajo se movía entre ambas categorías porque presentaba cualidades de los dos géneros. Un film sobresaliente en cuanto a guión, dirección y actuaciones. Dos años después (tres a causa del Covid) llega la segunda parte.

El film continua directamente con el día 474 que es donde concluye anteriormente, en donde Evelyn (Emily Blunt) y sus hijos descubren una debilidad para estos seres hipersensibles al sonido, sobreviviendo un día más. Con esta ventaja que consiste en el acople que provoca el audífono de su hija sorda es hora de descubrir que hay más allá del sendero de arena que rodeaba su granja por el que se han movilizado el último tiempo. Para así buscar sobrevivientes y ayuda. Pero el film también nos muestra el día 1 en donde comenzó todo. Una especie de mini precuela si se quiere. De esa forma vuelve Lee (John Krasinski) el patriarca de la familia y se puede apreciar lo que era el pueblo previo a la llegada alienígena. Una secuencia inicial que muestra que el director busca mantener el mismo nivel pero sin repetirse. 

Es interesante cómo Krasinski representa el momento de la invasión, porque no se centra en sí en ese hecho y en mostrar la nave o algo que sería comun en una película con seres de otro planeta, sino que lo utiliza de fondo para dar puntapié a lo que ha sucedido después de ello y como de golpe la vida que conocían desapareció o mejor dicho se enmudeció. Una raza alienígena que ha obligado a los seres humanos a cambiar todos sus hábitos para intentar no extinguirse. Lo cual en estos tiempos pandémicos se vuelve paradójico encontrar tales situaciones en pantalla porque cobran una especie de realismo trágico. No hay aliens, pero sí la irrupción de un virus. 

En esta segunda parte se pierde un poco esa sensación claustrofóbica y de intimidad que generaba la primera que seguía pura y exclusivamente a la familia Abott. Lo cual es entendible ya que ahora ellos salen al exterior. Así es como encuentran a Emmet (Cillian Murphy) y en el momento más oportuno. No vale la pena spoilear pero sucede en un momento contundente del film. Un personaje que a medida que la película avanza cobra más relevancia y el espectador se interesa por él.

A quiet place part II muestra dos tramas que se centran en Regan (Millicent Simonds), la hija sorda que tras los hechos sucedidos con su padre en la anterior entrega tiene una necesidad existencial por encontrar ayuda y en cierta forma continuar con lo que él empezó. Y la segunda a cargo de Blunt, esta madre que tuvo un bebe y tiene que sacar fuerzas de donde sea para mantenerlo con vida, ademas de proteger a sus otros dos niños, los cuales están en pleno proceso de cambio. Ambas historias se convierten en un camino de aprendizaje, superación y de esperanza para todos los personajes involucrados en donde más allá del marco de terror en el que suceden lo que prevalece es el sentimiento, la humanidad de todos ellos y de no perderla como sucede con Emmet que considera que no vale la pena salvar a nadie. Ese paralelismo de ambas lineas temporales es algo que despierta interés y está bien resuelto en gran parte ya que el salto entre una y otra no es brusco, se percibe fluidez en ese entramado argumental.

La calidad actoral es sólida y se destaca la labor de Simonds que en este film cobra más importancia y da prueba de que la interpretación es mucho más que palabras en un guión, logrando un personaje firme, emotivo e intrépido. Blunt muestra que es una actriz multifacética y claramente una heredera a ocupar el lugar de Sigourney Weaver como figura de acción pero otorgándole una carga emociinal que crean que su personaje sea conmovedor. Las dos actrices son muy bien secundadas por Murphy que ya sobrevivió a otro apocalípsis (exterminio) y son papeles que le sientan al actor y su mirada tiene esa melancolía idónea para ese tipo de roles y además la historia de su personaje se enlaza con ambas historias. 

Si bien al expandirse el mundo de un lugar en silencio parte II le quita el thriller y esa atmósfera agobiante en la que ni el espectador quiere hacer sonido alguno porque se siente dentro de la historia, el suspenso es repartido en estas dos tramas  y en cada una de ellas se aprecia el intento por manejar la tensión hasta el último momento, no es la idea asustar porque sí. El nivel de misterio se mantiene permanentemente entre una y otra, lo que la vuelve una secuela digna de su predecesora. Sin embargo, los alienígenas anti ruidos son mostrados con más claridad y en más ocasiones, tal vez con una idea más de marketting que por otra cosa, y eso por momentos hace que el film se parezca a una entrega de Resident Evil por los planos muy de cerca de la criatura para provocar impacto, a diferencia de su antecesora que jugaba más con lo que no se veía para no abusar del recurso del monstruo.

Krasinski vuelve a lograr un film cuyo objetivo principal es la emoción y la familia. Una que debe sobrevivir a tiempos difíciles en donde suceden cosas extraordinarias y aterradoras pero el círculo de la vida por más oscura que sea la realidad en la que se desarrolla siempre se manifiesta de la misma forma, y el director lo ha plasmado en dos films. En el primero desde el punto de vista de los padres y en el segundo mas avocado a la visión de los hijos y cómo ellos ven a sus padres y la comprensión hacia ellos. En cierta forma para retribuirles a ellos esa ayuda que dan en su momento y les permite crecer. 
Calificación **** (Muy Buena)


Título original: A quiet place part II (2020) - País: Reino Unido/Estados Unidos - Director: John Krasinski - Guión: John Krasinski - Intérpretes: Emily Blunt, Cillian Murphy, Millicent Simmonds, Noah Jupe, Djimon Hounson - Fotografía: Polly Morgan - Música: Marco Beltrami - Duración: 97 minutos.

***** (Excelente) - **** (Muy Buena) - *** (Buena) - ** (Regular) - * (Mala)

Fotos de los textos: Emily Blunt, Millicent Simmonds, Noah Jupe y Cillian Murphy en un lugar en silencio, parte II (IMDb). 





Padre nuestro

El exorcista marcó a generaciones enteras por su despiadada crudeza y maldad. Más de cincuenta años después sigue siendo una película aterra...